Tras empezar este 2024 con el terremoto que revivió los temores de Fukushima, este martes por la mañana Japón ha asistido a otra noticia dramática: la de un incidente aéreo protagonizado por un Airbus A350 con 379 personas a bordo, que colisionó con otra aeronave durante su aterrizaje en Tokio

Concretamente, el Airbus A350-900 de Japan Airlines sufrió un incendio en la pista del aeropuerto de Haneda, tras chocar con un turbohélice Dash 8 de la guardia costera. El Dash 8 estaba en misión de transporte de ayuda humanitaria destinada a las víctimas del terremoto que recientemente había azotado la costa occidental de Japón al comienzo del año.

El motivo de la colisión, señalan los expertos, es la visión limitada desde la cabina del piloto, y más aún con la aeronave en llamas, pero la causa todavía no está clara.

 

LOS HECHOS TRAS EL IMPACTO

El impacto inicial fue seguido por un incendio y una densa humareda mientras el avión se desplazaba en llamas por la pista. El instinto de supervivencia se apoderó de los pasajeros, quienes, asfixiados por los gases, sabían que su vida dependía de los próximos segundos.

Lo que aconteció en el vuelo 516 de Japan Airlines fue extraordinario: todos los pasajeros lograron escapar gracias a una evacuación impecable y a la implementación de nuevas tecnologías. Sin embargo, los ocupantes del segundo avión, una aeronave de la guardia costera más pequeña destinada a llevar ayuda a víctimas de un terremoto, no corrieron la misma suerte: cinco fallecieron y el piloto resultó gravemente herido.

Los investigadores están reconstruyendo los hechos ocurridos a las 17:47, hora local (08:47 GMT), en el aeropuerto de Haneda, buscando entender cómo dos aviones pudieron coincidir en la pista simultáneamente. Los testimonios y vídeos captados por los pasajeros describen momentos de terror seguidos por una incredulidad ante el hecho de haber podido sobrevivir.

Las grabaciones de los pasajeros mostraron el resplandor rojo de un motor aún encendido y el interior del avión rápidamente envuelto en humo, mientras la tripulación de cabina dirigía a los pasajeros. Una pasajera relató a NHK cómo se intensificó el calor dentro del avión tras el aterrizaje.

Según otro pasajero, la evacuación se complicó al utilizar solo un juego de puertas. Las imágenes y vídeos captan el momento en que las personas saltaban por los toboganes inflables, huyendo de la cabina en llamas.

Alex Macheras, analista de aviación, explicó a la BBC cómo la tripulación logró una evacuación modelo en los primeros minutos tras el impacto. La estructura de fibra de carbono del Airbus A350 resistió bien el impacto inicial y el fuego subsiguiente.

El incendio tardó varias horas en extinguirse, con catorce pasajeros y miembros de la tripulación tratados por lesiones leves.

 

CARACTERÍSTICAS DEL AVIÓN

Con solo dos años de servicio, el avión disponía de ocho salidas de emergencia, pero el incidente mostró que sólo tres fueron utilizadas, desplegando sus toboganes. Los 379 pasajeros, junto con la tripulación, escaparon deslizándose por estas rampas. 

John Cox, experto en seguridad, alabó la destreza de la tripulación y la calma de los pasajeros, quienes, según los videos, priorizaron su evacuación sin intentar recuperar sus pertenencias. El primer ministro japonés también elogió la serenidad mostrada.

Sea como fuere, el avión es muy moderno y está provisto de medidas de seguridad de última generación. El Airbus A350 representa una innovación reciente en la aviación, remontándose a 2006, cuando el fabricante europeo Airbus decidió impulsar este proyecto. Tras años de desarrollo, el primer prototipo despegó en 2013 desde Toulouse, Francia. En el siguiente año, obtuvo las certificaciones esenciales de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y de la Administración Federal de Aviación (FAA), permitiéndole iniciar operaciones. 

Su estreno comercial ocurrió en enero de 2015 con Qatar Airways, utilizando la variante A350-900 que puede transportar hasta 350 pasajeros.

Destaca por ser el primer avión comercial equipado con un sistema automático de descenso de emergencia (AED), que actúa en casos de despresurización y pérdida de conciencia de la tripulación, descendiendo automáticamente a una altitud segura.

El A350 también es pionero en Airbus por su construcción predominante en materiales compuestos, principalmente fibra de carbono, lo que reduce su peso, aumenta su autonomía y mejora su resistencia a la fatiga y corrosión. Según Airbus, esta innovación aporta también ventajas en seguridad, ya que la fibra de carbono es autoextinguible y más resistente al fuego que el aluminio.

Esta no es la primera vez que Airbus experimenta con materiales compuestos; su historia comienza en 1983 con el A310-200, que incluía piezas de CFRP en su spoiler o deflector y el timón. Modelos subsiguientes como los A310 y A320 también incorporaron estos materiales, pero el A350 lleva esta tecnología a un nivel superior.

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