El metamizol, comercializado como Nolotil, se ha consolidado como uno de los medicamentos más utilizados en España para combatir el dolor, la fiebre y la inflamación. Sin embargo, su historia se ve teñida por una sombra de controversia que recientemente ha resurgido, catapultando el tema a la primera plana de la actualidad informativa.

 

La reciente movilización de una asociación de pacientes británicos, la ADAF, que ha emprendido acciones legales contra el Gobierno de España, ha avivado el debate sobre la seguridad de este fármaco. La inquietud se centra en un interrogante clave: ¿representa el metamizol un riesgo significativo para la salud?

Orígenes de la controversia

La ADAF, representando a ciudadanos británicos afectados, sostiene que el Nolotil ha causado graves efectos adversos en turistas británicos e irlandeses a quienes se les prescribió este fármaco durante su estancia en España. La asociación cita 170 casos sospechosos de efectos secundarios graves en los últimos 27 años, relacionados con el consumo de Nolotil.

 

Esta problemática no es nueva. Ya en 2018, la Agencia Española del Medicamento emitió una nota de precaución dirigida a los profesionales de la salud, recomendando evitar la prescripción de metamizol a «población flotante», es decir, a turistas o visitantes temporales. Esta advertencia se basó en informes de agranulocitosis, especialmente en pacientes británicos, un efecto secundario grave aunque clasificado como «muy raro» en el prospecto del medicamento.

La agranulocitosis, un descenso crítico en los niveles de glóbulos blancos, compromete severamente el sistema inmunológico, dejando al organismo vulnerable a infecciones que pueden ser fatales. Aunque el riesgo de desarrollar esta condición es bajo, parece ser más prevalente entre ciudadanos del norte de Europa, sugiriendo una posible predisposición genética que aumentaría su vulnerabilidad a este efecto secundario del metamizol.

La posición de las autoridades sanitarias españolas

A pesar de estos riesgos, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) mantiene que los beneficios del Nolotil superan sus riesgos, siempre que se administre bajo prescripción y supervisión médica. Este juicio se basa en una evaluación continua de la relación riesgo-beneficio del medicamento, una práctica común en la regulación farmacéutica.

El Nolotil es uno de los analgésicos más vendidos en España, con más de 22 millones de cajas dispensadas anualmente en farmacias. Su popularidad contrasta con la restricción o prohibición de su venta en países como Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos, India y Australia. Esta discrepancia internacional refleja diferencias en las políticas de regulación de medicamentos y en la percepción del riesgo asociado al metamizol.

Conclusión

La controversia en torno al metamizol plantea cuestiones fundamentales sobre cómo se evalúa y comunica el riesgo en el uso de medicamentos. Mientras las autoridades sanitarias y los profesionales de la salud continúan monitoreando y ajustando sus recomendaciones, los pacientes deben estar informados y consultar con su médico de cabecera antes de tomar cualquier medicamento, incluido el Nolotil. 

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