En el cielo de Coma Berenices o Cabellera de Berenice, una constelación situada cerca y al oeste de Leo, a 100 años luz de distancia, brilla HD 110067, una estrella de tipo K0 con una masa y radio aproximadamente un 80% de los del Sol.

Conocida también como TIC 347332255, esta estrella capturó la atención de la sonda TESS de la NASA en 2020, cuando se detectaron atenuaciones en su brillo, insinuando la presencia de planetas transitando su superficie. Un análisis preliminar sugirió dos planetas potenciales, uno con un periodo orbital de 5.642 días y otro aún indeterminado.

 

Ahora, un equipo internacional de astrónomos ha descubierto un sistema planetario excepcional alrededor de HD 110067, ubicada en nuestra galaxia. Este sistema, revelado en un estudio publicado en la revista Nature, se compone de seis planetas que clasifican como sub-Neptunos, es decir, sus tamaños están entre los de la Tierra y Neptuno.

Lo más sorprendente de este descubrimiento es que estos planetas siguen órbitas resonantes, un fenómeno donde los periodos orbitales de los planetas están en proporciones de números enteros pequeños. Este tipo de configuración orbital sugiere que la arquitectura del sistema ha permanecido prácticamente inalterada desde su formación​​.

Implicaciones científicas

Estos hallazgos tienen implicaciones significativas para nuestra comprensión de la formación y evolución de los sistemas planetarios. Los planetas sub-Neptunos, que se encuentran en órbitas cercanas alrededor de más de la mitad de todas las estrellas similares al Sol, han sido un enigma para los científicos, ya que su composición, formación y evolución son aún poco conocidas. 

El estudio de sistemas multiplanetarios como este ofrece una oportunidad única para investigar los resultados de la formación planetaria mientras se controlan las condiciones iniciales y el entorno.

 

Los seis planetas descubiertos tienen radios que varían entre 1.94 y 2.85 veces el radio de la Tierra. Tres de estos planetas tienen masas medidas, lo que revela densidades bajas que sugieren la presencia de grandes atmósferas dominadas por hidrógeno. El análisis dinámico del trío de planetas más interno permitió predecir y luego confirmar las órbitas del resto de los planetas en el sistema. 

Este descubrimiento no solo aporta a nuestro conocimiento sobre los planetas sub-Neptunos, sino que también destaca la importancia de estudios detallados de sistemas planetarios para entender mejor los procesos de formación planetaria en nuestro universo​​.

Este estudio representa un avance significativo en la astronomía exoplanetaria y subraya la sofisticación creciente de las técnicas de observación y análisis en la búsqueda de sistemas planetarios fuera de nuestro propio sistema solar. La brillantez de HD 110067 y sus planetas orbitales la convierten en un objetivo ideal para futuras investigaciones, incluyendo observaciones con el Telescopio Espacial James Webb de la NASA/ESA/CSA, para determinar si estos planetas sub-Neptunos, aparentemente ricos en gas o agua, poseen estructuras interiores rocosas o acuosas.

Facebook Comments