En 1775, James Stuart plantó 150 árboles para alinear la carretera que conduce hasta su casa, Gracehill House; tres siglos después, esos árboles nacidos del practicismo, se han convertido en una de las principales atracciones turísticas de Irlanda del Norte: Dark Hedges.

La imagen de estas dos filas de árboles, que se abrazan la una con la otra, ha sido inspiración de leyendas locales, misticismos mágicos y hasta de un capítulo de la serie Game of Thrones, que convirtió esta carretera en King’s Road, la carretera de entrada y salida a King’s Landing, tierra de reyes.

Pero, los árboles protagonistas del episodio ‘El norte recuerda’, tal y como los conocemos, se convertirán irónicamente en eso, solo un recuerdo, ya que la próxima semana se iniciarán trabajos de tala de algunos de ellos, según ha anunciado el Departamento de Infraestructura irlandés.

Al menos 11 de los árboles están en mal estado y suponen un riesgo para el público

Solo 86 de los 150 árboles que se plantaron originalmente han sobrevivido al paso de los años y recientemente, su estado comenzó a preocupar a la Administración y a los ciudadanos.

Por ello, el Departamento encargó un estudio que analizara la situación de estos árboles centenarios y concluyó que al menos 11 de los árboles a lo largo de esta ruta «están en malas condiciones y podrían representar un riesgo potencial para el público».

En consecuencia, las autoridades han cerrado la carretera al tráfico en la zona de Dark Hedges y la clausurarán también a los peatones mientras duren los trabajos de remoción y remediación planificados, que se espera que comiencen el lunes 20 de noviembre.

¿Y en qué consistirán estos trabajos, exactamente? Seis de los árboles van a ser removidos, cuatro van a intentar ser reparados y uno será evaluado in situ, con el fin de decidir la estrategia que mejor se adapte a su caso.

Se espera que estas obras finalicen el 24 de noviembre, aunque la fecha exacta dependerá de las condiciones climáticas.

Se tratará de salvar el resto de árboles de Dark Hedges

A pesar de la contundencia de estos primeros trabajos, la intención del Departamento es que esta sirva para salvar al resto de árboles.

Así, tras esta tala inicial, este entidad espera implementar una estrategia de gestión que proteja el futuro de los otros 75 árboles, para los cuales se contemplan acciones como la limpieza de madera muerta.

Algunos activistas consideran que como parte de este plan, sería esencial que la carretera se mantuviera cerrada al tráfico, ya que aunque algunos de los árboles originales han caído durante tormentas, el flujo de vehículos y turistas -cada día acuden cientos- han dañado también a los árboles.

Igualmente, la propiedad de las tierras es privada y el Departamento necesita negociar tanto con ellos como con el resto de partes interesadas la estrategia a desarrollar.

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