La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), popularmente llamada «COVID de las vacas», tiene en alerta a los ganaderos de España. Esta «es una de las epidemias que más afecta ahora mismo a la cabaña bovina», según ha comunicado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

El primer caso de EHE en Europa se detectó hace un año, en Italia. Pocos días después, la enfermedad llegó a España y en los últimos meses se ha expandido también a Portugal, Francia y Suiza. En nuestro país, ya se han detectado casos en todas las provincias, según datos del Ministerio.

No obstante, esta enfermedad no transmisible a los seres humanos tiene poco que ver con la COVID-19. Entonces, ¿por qué le llamamos el ‘covid de las vacas’? O mejor dicho, ¿por qué no deberíamos hacerlo?

¿Qué es la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE)?

La Enfermedad Hemorrágica Epizoónica (EHE) es una enfermedad vírica e infecciosa. No es contagiosa, sino que se transmite a través de vectores (insectos) del género Culicoides.

Afecta a rumiantes domésticos y salvajes. En el ganado vacuno puede producir clínica moderada y autolimitante durante unas dos semanas; el ganado ovino es susceptible a la infección, pero poco a la enfermedad clínica; y el caprino es muy poco susceptible a la infección. También afecta a los ciervos, los gamos y los corzos.

El virus de EHE pertenece a la familia Reoviridae, género Orbivirus, y tiene muchas características morfológicas y estructurales en común con los otros miembros del género, especialmente con el virus de la lengua azul, también con una importante afectación en la ganadería.

La enfermedad es de declaración obligatoria en la Unión Europea, no tiene vacuna y no es transmisible a los seres humanos.

LA EHE ES NOVEDAD EN EUROPA

Históricamente la EHE ha circulado en América del Norte, Australia, Asia y África, pero nunca había sido detectada en España ni en la UE hasta que, el pasado 10 de noviembre de 2022, las autoridades italianas comunicaron la detección del virus en explotaciones de ganado bovino en la isla de Cerdeña y unos días más tarde en Sicilia. El 18 de noviembre de 2022 se detectaron los primeros casos en España, en el sur de la península, según datos del Ministerio.

«El virus es portado por un mosquito que, con el cambio climático, ha podido adaptarse a nuevas latitudes (ahora más cálidas) donde no estaba antes. Llegó primero al sur de Europa y ya ha dado el salto a Francia. También hay casos en Suiza: el mosquito ha llegado hasta los Alpes», declaran fuentes de la Organización Colegial Veterinaria (COLVET).

Además, esta misma entidad identifica la sequía y el aumento de población de la fauna silvestre como causales directos de la expansión de la enfermedad. Los animales salvajes están desprotegidos a la picadura de este mosquito y actúan como reservorios de la enfermedad. Debido a la reducción de fuentes de agua disponibles por la sequía, animales domésticos (ganadería extensiva) y salvajes coinciden para beber; de esta forma, se incrementan mucho las posibilidades de que los mosquitos piquen tanto a los individuos enfermos (se convertirían en portadores) como a sanos (a los que infectarían con este virus).

¿por qué NO LLAMARLA «COVID DE LAS VACAS»?

Esta denominación es un nombre popular que no se corresponde con la realidad científica de la enfermedad. El mayor punto común que comparten ambas enfermedades es que son víricas; pero el virus responsable del EHE no es un Coronaviridae, sino un Reoviridae.

El sobrenombre parece responder a una metáfora utilizada por algunos ganaderos y veterinarios por la mencionada naturaleza vírica de la enfermedad, la falta de vacuna o tratamiento eficaz y la rapidez con la que se propaga.

En cuanto a la segunda parte -la de las vacas-, aunque es cierto que la EHE acumula una gran incidencia en el ganado vacuno, afecta también a otros rumiantes.

Por ello, aunque ‘el covid de las vacas’ es un término válido en el lenguaje popular, su uso no se corresponde con la realidad científica de la enfermedad.

LA PREOCUPACIÓN DEL SECTOR GANADERO

A pesar de que la mortalidad de la enfermedad es del 1%, según los datos del Ministerio, los individuos que han pasado la EHE pierden peso (la enfermedad produce llagas en la boca) y presentan problemas relacionados con la reproducción (infertilidad, abortos…).

Esto se traduce en pérdidas económicas para la ganadería, ya que son animales de engorde para la producción de carne o vacas utilizadas en la de leche, advierte COLVET. Es en este sentido en el que la EHE se ha convertido en la gran preocupación del sector.

Igualmente, se espera que la situación mejore durante estos meses a causa de la bajada de temperatura generalizada que acompañará a las estaciones frías, pero se prevé que la enfermedad repuntará de nuevo la próxima primavera.

En consecuencia, diversas organizaciones del sector ganadero han demandado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación nuevas medidas para mantener la enfermedad controlada, así como nuevas ayudas económicas y la adaptación de otras ya existentes.

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