En los últimos días, el conflicto entre Israel y el grupo militante palestino Hamás ha sido el epicentro de los escenarios globales, desentrañando una espiral violencia que se ha cobrado miles de vidas. Desde el 7 de octubre, cuando comenzó la guerra, hasta la fecha, la situación ha escalado hasta alcanzar más de 4.000 muertos

Según el Ministerio de Salud de Gaza, 2.670 palestinos han perdido la vida y 9.600 han resultado heridos, mientras que en Israel, las víctimas ascienden a más de 1.300. Además, al menos 199 personas, incluyendo niños, han sido secuestradas por Hamás y trasladadas a Gaza, según fuentes del Ejército israelí.

La espiral de violencia se agudizó con la incursión de Hamás en Israel, desatando una respuesta militar israelí que busca desmantelar la estructura de liderazgo del grupo militante. Frente a una inminente invasión terrestre de Israel, más de un millón de personas fueron conminados a abandonar sus hogares en la Franja de Gaza. Los grupos de ayuda advierten que una ofensiva terrestre podría acelerar una crisis humanitaria.

 

Mientras, las fuerzas israelíes, apoyadas por buques de guerra estadounidenses, se han posicionado a lo largo de la frontera de Gaza, preparándose para lo que Israel ha descrito como una amplia campaña militar.

Crisis humanitaria

Esta semana, la situación humanitaria en Gaza se ha deteriorado aún más. La falta de agua en los refugios de la ONU y la escasez de suministros en el principal hospital de la región están empujando a los médicos al límite. 

Tras un ataque lanzado por Israel el 14 de octubre, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios había estimado que, en Gaza, más de 1.300 edificios quedaron completamente destruidos, 5.540 casas resultaron arruinadas y otras 3.750 sufrieron daños hasta el punto de ser inhabitables. Además, 88 instalaciones educativas, incluyendo 18 escuelas gestionadas por la UNRWA (la agencia de la ONU que trabaja con los refugiados de Palestina), habían sufrido daños.

La UNRWA había subrayado la necesidad urgente de enviar combustible a Gaza para reactivar las bombas de agua y sistemas de alcantarillado, que en ese momento estaban inoperables. En aquel período, la población de Gaza no tuvo acceso a agua potable y dependía del agua de pozos contaminados.

 

Además, cuatro hospitales en el norte de Gaza han dejado de funcionar debido a los daños sufridos y 21 hospitales están bajo orden de evacuación israelí. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dejado en claro la urgencia de una entrega segura de suministros médicos, combustible, agua limpia y alimentos a Gaza a través del cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, que ha permanecido cerrado debido a los ataques aéreos.

Situación geopolítica

La situación geopolítica también está en ebullición. Israel ha ordenado la evacuación de 28 comunidades cercanas a la frontera con Líbano debido a un incremento en el fuego cruzado con la milicia chiita libanesa Hizbulá. Esta orden afecta a comunidades que están dentro de un radio de 2 kilómetros de la frontera

Además, la presencia de ciudadanos extranjeros en la región afectada ha creado una situación compleja para sus países de origen, con Noruega, Canadá y Tailandia, entre otros, tratando de evacuar a sus ciudadanos.

El secuestro de ciudadanos extranjeros y la muerte de cinco canadienses y 30 estadounidenses en Israel han elevado la tensión internacional. Estados Unidos está colaborando estrechamente con el gobierno israelí para determinar el paradero de 13 ciudadanos estadounidenses desaparecidos, además de trabajar en la recuperación de los rehenes.

 

Perspectiva

El conflicto entre Israel y los combatientes de Hamás alcanzó su décimo día este lunes, con indicios de que podría intensificarse en las próximas horas. El Ejército de Israel se ha comprometido a neutralizar a Hamás, mientras sus fuerzas se alistan para ingresar en la Franja de Gaza. Las autoridades israelíes han pedido a los residentes palestinos del sur de la ciudad de Gaza que se desplacen, en previsión de una inminente ofensiva terrestre dirigida a contrarrestar los ataques. En respuesta, cientos de miles de personas han dejado la ciudad de Gaza, que alberga a cerca de la mitad de los más de dos millones de habitantes de la región.

En medio de este escenario desolador, el Secretario General de la ONU, António Guterres, ha advertido que Oriente Medio está «al borde del abismo», haciendo un llamado a Hamás para liberar a los rehenes y a Israel para permitir la entrada de ayuda humanitaria y trabajadores a una Gaza asediada. Guterres reiteró que los bienes de ayuda están listos para ser movilizados desde Egipto, Jordania, Cisjordania e Israel hacia Gaza tan pronto como la situación lo permita.

Al observar la perspectiva de los próximos días, la comunidad internacional aguarda con esperanza y temor. La necesidad de una solución pacífica es más evidente que nunca, pero las piezas en el tablero parecen estar aún lejos de encontrar un punto de encuentro. Las negociaciones, las iniciativas de paz y la presión internacional serán claves para evitar que la crisis escale a un punto de no retorno, donde las vidas de miles de personas están en juego.

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