El fin del consumo excesivo de fármacos analgésicos para aliviar el dolor podría estar un poco más cerca gracias a los efectos hipoalgésicos de la música. Un novedoso estudio ha confirmado la relación directa entre la percepción del dolor y ciertas respuestas emocionales a nuestra música favorita.

El estudio, publicado en la revista Frontiers bajo su categoría «investigaciones sobre el dolor», está dirigido por científicos canadienses de la Universidad McGill. 

¿Qué es la hipoalgesia? 

La hipoalgesia es una disminución de la sensibilidad a los estímulos dolorosos que ocurre cuando estos se interrumpen entre su punto de entrada al cuerpo y el momento en que el cerebro los reconoce. 

Esta se puede producir por motivos diversos, entre ellos la neuropatía, alta presión arterial, o causada por una actividad física. 

CÓMO SE LLEVÓ A CABO EL ESTUDIO

Mientras que los efectos hipoalgésicos de la música ya se conocían desde hace tiempo, la nueva investigación ha probado en seres humanos su verdadera capacidad y qué factores la condicionan

Así, los científicos reunieron a más de 60 participantes de distintas edades y géneros a los cuales aplicaron estímulos térmicos de moderadamente dolorosos mientras escuchaban fragmentos de su música favorita, de música relajante o silencio, en distintos intervalos de 7 minutos de duración. 

Este proceso de recopilación de datos proporcionó información sobre las temáticas de la música escogida por los participantes y su respuesta emocional, y la calificación de la intensidad y tipo de malestar recibido durante la prueba. Después, se clasificaron y analizaron todas las variables

Los resultados obtenidos demuestran que escuchar nuestra música favorita reduce considerablemente más la intensidad del dolor en comparación con la música relajante genérica o desconocida, y que el silencio.

Por una parte, si la música que escogemos como favorita es la que mejor funciona, esto significa que las respuestas emocionales que la música produce tienen un papel importante en causar la hipoalgesia. 

Por otra parte, el estudio demostró que las respuestas producidas por ciertas temáticas tenían mayor efecto que otras a la hora de reducir el dolor. Así, las emociones conmovedores parecían mitigar más el dolor, indicando que el proceso neurológico involucrado en el disfrute más intenso de la música es el mayor responsable a la hora de bloquear los estímulos dolorosos. 

pero, ¿Qué SIGUE DESPUÉS?

Los expertos reconocen las limitaciones del estudio realizado, a la vez que confían en los sólidos resultados de esta primera investigación.

Será necesario, por tanto, seguir explorando la fascinante rama de la psicología de la música, disciplina responsable de estudiar las acciones neuronales en respuesta a los estímulos que la música produce en distintas áreas de nuestro cerebro.

Además, hay otras dudas que no han sido abordadas en esta ocasión, entre ellas la eficacia hipoalgésica de nuestra música favorita con otros tipos de estímulos dolorosos que no sean térmicos. 

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