Los mares del Jurásico fueron testigo de una lucha por el dominio entre dos grandes grupos de reptiles marinos: los ictiosaurios, parecidos a delfines; y los plesiosaurios, de enormes cuellos. Pero dentro de este segundo grupo hubo una familia que evolucionó al contrario que las demás, reduciendo la longitud del cuello, fortaleciendo sus aletas y consiguiendo un cuerpo compacto y robusto: se trataba de los pliosaurios.

Los pliosaurios aparecieron a finales del período Triásico, pero fue durante el Jurásico cuando se convirtieron en los superdepredadores de los mares, desplazando a los ictiosaurios. Ahora, un equipo de investigadores ha identificado la especie más antigua que se conoce de pliosaurio, a la que han llamado Lorrainosaurus keileni. El estudio ha sido publicado en la revista Scientific Reports.

Un terrible superdepredador

Lorrainosaurus keileni vivió hace entre 175 y 171 millones de años, durante la transición del Jurásico Temprano al Medio. “Estas criaturas surgieron inmediatamente después de una reestructuración histórica de los ecosistemas de depredadores marinos”, explica Daniel Madzia, codirector del estudio y paleobiólogo de la Academia de Ciencias de Polonia. “Este evento afectó profundamente a muchos grupos de reptiles marinos y llevó a los pliosaurios megadepredadores a predominar sobre los ictiosaurios”.

La razón es que, al contrario que los plesiosaurios de cuello largo, los pliosaurios tenían un cuerpo y una forma de cazar similares a los ictiosaurios, por lo que eran competidores directos de estos. Sin embargo, las aletas de los pliosaurios eran más robustas, lo cual les proporcionaba una mayor movilidad y velocidad en el agua; y sus mandíbulas más grandes y fuertes con dientes afilados que les permitían capturar presas más grandes que los ictiosaurios. Durante el Jurásico Medio los superaron en tamaño y los desplazaron, ocupando una posición que mantendrían hasta finales del Cretácico, con la aparición de los enormes mosasaurios.

El Lorrainosaurus keileni, en particular, alcanzaba los 6 metros de longitud total y solamente sus mandíbulas medían 1,3 metros de largo. Según la reconstrucción propuesta por por los autores, su cuerpo era compacto e hidrodinámico, y sus aletas le habrían permitido impulsarse a gran velocidad. Sven Sachs, el otro director del estudio e investigador del Museo Natural de Bielefeld (Alemania), afirma que fue “uno de los primeros pliosaurios realmente enormes” y “dio origen a una dinastía de reptiles marinos megadepredadores que dominaron los océanos durante unos 80 millones de años”.

De este ejemplar, por desgracia, se conserva poco: parte de la mandíbula, un fragmento del coracoides (un hueso que conecta la escápula con el esternón) y un par de huesos de las aletas. Las dimensiones y aspecto que se atribuyen al Lorrainosaurus keileni se basan en otros pliosaurios cercanos a él. Los fósiles fueron encontrados hace unos 40 años en la región francesa de Lorena – de la cual toma su nombre – pero hasta ahora no se habían descrito como pertenecientes a una nueva especie.

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