Los hábitos alimentarios pueden poner en riesgo nuestra salud, y este es un hecho que no solamente implica comer de forma saludable y equilibrada. 

Llevar una alimentación que aporte a nuestro cuerpo todos los nutrientes esenciales para funcionar de forma óptima es importante, sin embargo hay que tener en cuenta que cada organismo tiene unas necesidades particulares.

Es posible, por ejemplo, que debido a trastornos o alergias nos convenga evitar ciertos alimentos a título individual porque provocan reacciones y sintomatología adversa en nuestro organismo. Esto es lo que ocurre con el gluten.

El gluten es, a día de hoy, un término tan reconocido como desconcertante para muchos. Algunas personas lo pueden consumir sin mayor problema, mientras que en otras puede causar síntomas desagradables que van desde moderados a graves

Conviene, por tanto, estar atento a las señales de malestar de nuestro cuerpo y además conocer qué es este componente, quién puede y no puede consumirlo y qué alimentos se encuentra, entre otras cuestiones esenciales. 

¿Qué es el gluten?

El gluten es un tipo de proteína denominada prolamina que es responsable de la textura de algunos alimentos: aporta elasticidad y esponjosidad, mantiene la humedad, y facilita los procesos de fermentación. 

Se encuentra en la semilla de ciertos cereales, entre ellos el trigo, la malta, la cebada, el centeno, la espelta, el triticale y algunas variedades de avena, pero también se utiliza frecuentemente como aditivo en algunos alimentos procesados por sus propiedades características a pesar de no aportar un valor nutricional destacable. 

El organismo de algunas personas no puede digerir por completo esta proteína porque detecta como tóxicos los fragmentos proteicos de gluten, activando una respuesta del sistema inmunológico que genera una reacción adversa. 

Alimentos que contienen gluten

Los alimentos que contienen gluten, por tanto, están principalmente relacionados con los cereales mencionados y sus derivados. 

Los productos de panadería y bollería, la pasta, el seitán, la cerveza, la salsa de soja y el cuscús son algunos de los alimentos de consumo común que suelen contener gluten. 

Por otra parte, algunos alimentos que no contienen gluten en su forma natural podrían llevarlo añadido como espesante o estabilizador, como ocurre con algunas salsas, caldos y consomés o chips, entre otros. 

Sintomatología Y AFECCIONES

Las intolerancias al gluten pueden provocar síntomas muy variables según la afección concreta que el individuo padezca, desde problemas digestivos, cutáneos, neurológicos y otros tipos de signos.

Según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) el gluten puede generar las siguientes patologías: 

Enfermedad celíaca (EC): una enfermedad autoinmune grave que se genera en individuos genéticamente predispuestos, que provoca daño intestinal y presenta síntomas como dolor de cabeza, diarrea, gases e hinchazón, fatiga, dermatitis, pérdida de peso u osteoporosis. Personas no celíacas con sensibilidad al gluten: la mayoría de sus síntomas son intestinales y coinciden con los de la enfermedad celíaca, pero desaparecen tras varias horas o días, sin producir complicaciones a largo plazo.Alergia al trigo: al igual que otras alergias severas, la alergia al trigo puede ser severa y mortal porque provoca anafilaxia, con síntomas que pueden afectar a la respiración o causar la pérdida de conciencia. Además, puede provocar vómitos, picores y urticarias. Esta reacción la provoca el sistema inmunitario. No obstante, esta alergia no suele causar enfermedades asociadas o complicaciones a largo plazo. 

Actualmente el único tratamiento disponible contra estas patologías es llevar una dieta sin gluten. 

Más allá de las personas que sufren estas alergias o intolerancias, el consumo de gluten es totalmente seguro y los estudios realizados hasta el momento no sugieren que excluir el gluten de la dieta tenga beneficios médicos.

Hay que tener en cuenta, además, que los síntomas de estas enfermedades son compartidos con gran cantidad de patologías con las que se podrían confundir, y que se necesitan pruebas médicas determinadas para obtener un diagnóstico. 

Productos CERTIFICADOS «sin gluten»

La creciente conciencia sobre la intolerancia al gluten ha causado el rápido desarrollo de un mercado que hace tan solo unos años era muy reducido: el de los alimentos producidos específicamente sin gluten. 

La cantidad y la variedad de las opciones disponibles ha aumentado exponencialmente, facilitando que aquellas personas que padecen de celiaquía o alergia al gluten puedan seguir su dieta estricta con productos que actualmente son más accesibles

El almidón puede separarse del gluten mediante un proceso llamado «molturación húmeda», resultando en un almidón de trigo que es apto para celíacos e intolerantes al gluten. 

Los productos que están preparados para ser consumidos por personas intolerantes al gluten van marcados con una etiqueta que los clasifica como producto «sin gluten». Sin embargo, esto no garantiza la ausencia de esta proteína sino que significa que contiene una pequeña cantidad que no generarán reacciones adversas graves a la gran mayoría de personas con intolerancia.

Esta cantidad máxima dependerá de la regulación de cada país, pero suele ser un máximo de 20ppm (partes por millón) de gluten por producto.

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