Cada año, el Premio Nobel laurea a una eminencia del mundo de la ciencia, la literatura, la paz y la economía. Se trata de un galardón, reconocido en todo el mundo, que representa uno de los mayores honores que un individuo, o grupo de individuos, puede recibir, y que ilumina los logros sobresalientes en múltiples disciplinas desde comienzos del siglo XX. Sin embargo, detrás de esa detallada y prestigiosa ceremonia de entrega de premios, se oculta un proceso meticuloso de selección y evaluación que rara vez se ve expuesto a la luz pública.

NOMINACIONES Y NOMINADORES

El proceso de selección del Nobel comienza con las nominaciones. El órgano encargado de regular esta fase es el llamado Comité Noruego del Nobel, un conjunto de 5 intelectuales seleccionados por medio de votación en el Parlamento de Noruega. Este grupo de individuos es el encargado, cada año, de seleccionar a las diferentes personalidades que nominarán a los premios Nobel para cada categoría.

Así, en septiembre del año anterior al de la entrega de los premios, el Comité envía invitaciones a diferentes expertos de cada rama para que actúen como nominadores. Estos pueden ser profesores universitarios, expertos en las diferentes áreas del conocimiento o ganadores anteriores del Premio Nobel. Cabe resaltar que cada uno de ellos tiene completamente prohibido nominarse a sí mismo como candidato y que deben entregar sus nominaciones antes de comienzos del año siguiente.

Así, son ellos los encargados de seleccionar a las personalidades que crean que merecen recibir el galardón ese año. Aunque las reglas varían según la categoría, en general no existe un límite en la cantidad de nominaciones que puede hacer cada nominador, lo cual es idóneo para que aquellas figuras con conocimiento profundo en un ámbito puedan proponer a todos aquellos candidatos que consideren apropiados. Y, aunque los datos varían dependiendo del año, se estima que, para cada entrega, el Comité Noruego recibe al menos 200 nombres para cada una de las categorías.

LA EVALUACIÓN

Una vez el Comité cuenta con una amplia lista de candidatos, comienza la fase más crítica y minuciosa del proceso: la evaluación de las propuestas. Así, para cada una de las categorías se reúne a un comité de selección específico, compuesto por expertos ampliamente calificados en cada una de las áreas del conocimiento y con una amplia reputación en su sector. Ellos son los encargados de hacer una minuciosa revisión de todos los méritos de cada candidato. Para ello, estudian profundamente sus contribuciones, publicaciones, investigaciones, descubrimientos, logros literarios, proyectos humanitarios, esfuerzos de paz o avances económicos, según como corresponda en cada caso.

El alcance de este proceso es internacional. Es decir, estos comités de selección incluyen, de forma habitual, gente experta procedente de diversas partes del mundo, lo cual es fundamental para garantizar que la evaluación sea un proceso imparcial, amplio y global. Además, el comité sigue estrictos criterios que varían según la categoría. Así, por ejemplo, en las científicas se valora mucho la originalidad del trabajo y el impacto en las investigaciones, mientras que en Literatura se le da más importancia a la calidad de la obra y la influencia sobre la cultura literaria a nivel mundial.

A lo largo de los meses que dura este proceso de evaluación, es normal que los comités de selección se reúnan en varias ocasiones para discutir sobre sus opiniones en cuanto a los diferentes candidatos y sus logros. Estas quedadas se vuelven momentos cruciales en la elección de los ganadores, pues permiten poner en común opiniones e idear una lista corta con los posibles premiados. Esta detallada selección de unos pocos nombres se traslada a las instituciones encargadas de otorgar el premio Nobel de cada categoría.

EL SECRETO MEJOR GUARDADO

Pero, ¿sabías que las nominaciones no pueden ser públicas hasta 50 años después de la entrega de cada premio? Es sin duda, uno de los aspectos más enigmáticos del premio pues, tanto el número de candidatos como las nominaciones hechas por los nominadores y la lista corta elaborada de posibles ganadores debe quedar bajo secreto durante cinco décadas. Se trata de un método para garantizar la confidencialidad del proceso y, en parte, agregar un cierto misterio al proceso de selección.

Para verificar que esto se cumple, los nominadores, los comités de selección y las instituciones responsables del Nobel deben jurar un compromiso de confidencialidad absoluto, bajo el cual prometen no revelar ningún tipo de información sobre las nominaciones o acerca de las discusiones relacionadas con la selección a los candidatos u otras personas de su entorno.

Por si fuera poco, tras la presentación de los ganadores, todas las nominaciones se almacenan en un archivo cerrado que está bajo la protección de la Fundación Nobel en Suecia. Allí, se resguarda la información durante un total de 50 años, periodo de tiempo marcado en el testamento de Alfred Nobel para garantizar la integridad del proceso.

LOS GANADORES

Sin duda, el momento álgido de los premios es la elección de los ganadores. Y, te sorprenderá saber que, a pesar del largo proceso de elección de candidatos y elaboración de recomendaciones por parte del comité de selección, las instituciones encargadas de cada categoría pueden elegir si seguir esas recomendaciones al pie de la letra o, finalmente, tomar decisiones completamente independientes basadas en su propia evaluación.

Sin embargo, sea cual sea la decisión, cuando se ha seleccionado un ganador para cada categoría se procede a hacer pública la elección. Así, a principios de octubre de cada año, en diferentes jornadas, se publican los nombres de los premiados como unos resultados decisivos y sin posibilidad de apelación. Finalmente, el 10 de diciembre se celebra la entrega de los premios: el Nobel de la Paz en Oslo y los restantes en Noruega.

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