Con la noticia del terremoto sucedido en Colombia este jueves 17 de agosto, los medios de comunicación se llenan de artículos acerca de este catastrófico suceso. Y es que los eventos sísmicos, a menos que sean imperceptibles, tienen siempre una gran repercusión, no solo a nivel local, sino también internacional. Esto se debe en parte a su impredecibilidad, pues son hechos que no se pueden pronosticar, así como a las devastadoras consecuencias que acarrean en muchos casos.

Así, es normal que durante estos días aparezcan en los medios conceptos poco comunes en el vocabulario coloquial y de diario, y que presentan cierta confusión a la hora de ser utilizados. Un ejemplo de ello son los términos de sismo, terremoto y temblor, que parecen presentar algo de polémica en cuanto a su cuestionable sinonimia. Pero, ¿se pueden utilizar realmente de igual forma o hay alguna diferencia?

¿QUÉ DICEN LOS EXPERTOS?

Pues bien, según las autoridades responsables, los tres términos son considerados sinónimos. En el diccionario oficial de la Real Academia Española se recoge el término terremoto como un movimiento brusco de la corteza terrestre, lo cual coincide con la definición de sismo, y demuestra la sinonimia entre ambos conceptos. De igual forma, la acepción recogida para temblor incluye a un terremoto o una sacudida de la corteza terrestre.

De esta manera, parece que tanto a nivel científico como léxico las tres palabras podrían ser utilizadas de forma indiferente, significando todas lo mismo. Sin embargo, esto no termina aquí. Y es que, aunque los términos sean sinónimos, en el lenguaje común y, sobre todo, en zonas donde el movimiento de las placas es frecuente, existen ciertas diferencias que se pueden tener en cuenta.

EL LENGUAJE COLOQUIAL

Así, en múltiples zonas de Latinoamérica, donde es muy común que la tierra “tiemble” con frecuencia, sí se diferencian los términos de temblor y terremoto. Igualmente, cabe resaltar que la palabra sismo sí está asociada con indiferencia a cualquier tipo de movimiento de la corteza terrestre, sea de mayor o menor intensidad y sin importar las consecuencias que tenga sobre las personas y los bienes.

Por su parte, el Instituto Geofísico del Perú sí reconoce una diferencia entre temblor y terremoto en el lenguaje más coloquial. Por ende, se asociaría temblor a un movimiento sísmico leve, a diferencia del terremoto, el cual se relacionaría con un movimiento de la tierra mucho más fuerte. En consecuencia, los temblores serían mucho menos destructivos y no repercutirían en la apariencia de las ciudades afectadas ni en la vida de las personas, mientras que el terremoto sí conllevaría una caída de árboles, casas y diversas infraestructuras, así como a la aparición de víctimas mortales.

El Instituto Geofísico reconoce además que otro factor a tener en cuenta para diferenciar ambos términos sería la duración del sismo. De esta forma, los temblores podrían manifestarse durante una serie de pocos segundos, mientras que los terremotos podrían alcanzar incluso unos cuantos minutos. Aun así, el propio instituto peruano concuerda con la Real Academia Española en que, pese a esas diferencias coloquiales, todos los términos pueden ser considerados sinónimos y usados de forma indiferente en el lenguaje habitual y profesional.

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