India es el cuarto país en llegar a la Luna, después de Estados Unidos, Rusia (la entonces Unión Soviética) y China. El pasado miércoles 23 de agosto de 2023, el país hizo historia logrando el alunizaje del módulo de aterrizaje de su misión Chandrayaan-3, tan solo unos días después de que Rusia fracasara en una misión similar, 47 años después de enviar el primer hombre al espacio.

En las últimas décadas se han dado múltiples intentos de distintos países de conseguir aterrizar en la Luna para realizar nuevos estudios sobre nuestro satélite. Pese a esto, el polo sur lunar es aun altamente desconocido a la humanidad, y la India será pionera en la exploración de esta región, aunque no llegará lo suficientemente al área meridional como para estudiar los cráteres que permanecen siempre a la sombra del Sol. 

la importancia del polo sur de la luna

El polo sur lunar es especialmente importante por la probable presencia de agua congelada. Este recurso es altamente valioso para futuras exploraciones, ya que se podría utilizar como agua para beber, para enfriar el equipo o incluso para utilizarlo como combustible y producir oxígeno, según explica la NASA. 

Pese a que aun se conoce muy poco sobre esta región lunar, la agencia estadounidense considera a partir de sus observaciones que nuestro satélite podría ser rico en otros recursos más allá del hielo. Gracias a su Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO, por sus siglas en inglés), se han podido obtener datos de la topografía y temperatura del casco meridional de la Luna, además de posibles localizaciones de agua en la zona.

Más allá de la utilidad del agua congelada en las misiones de exploración, este material podría ser extremadamente valioso para ayudar a los científicos a conocer cómo era en su estado primitivo el Sistema Solar. Esto es debido a que el hielo lunar, por las excepcionales condiciones en esta zona oscura del satélite, podría tener miles de millones de años. 

¿cómo es el POLO sur DE LA LUNA?

Una de las características más destacadas del polo sur de la Luna es su falta de luz solar, lo cual provoca que se registren en él temperaturas gélidas. La órbita de la Luna alrededor del Sol y la posición de este provocan que los rayos solares alcancen el satélite en un ángulo muy agudo, de modo que si un astronauta se posara cerca del polo sur, siempre vería el Sol en el horizonte, iluminando la superficie de lado. Esta falta de luz directa se suma al hecho que la Luna no tiene atmósfera, la cual ayudaría a calentar su superficie. 

Además del frío generalizado, hay zonas en este casquete que residen perpetuamente en la sombra,  y por lo tanto registran temperaturas extremadamente bajas. La luz lateral que emite el Sol queda retenida en el borde de algunos cráteres debido a su ángulo, por lo que el interior profundo de estos se mantiene siempre a la sombra, y registra una de las temperaturas más frías de todo el sistema solar: de -248 ºC.

A estas temperaturas el agua helada se mantiene estable, y, según dice la NASA, estos oscuros cráteres podrían ser almacén de grandes depósitos del líquido en dicho estado.

luz en la luna como fuente de energía

Además de las grandes cantidades de hielo que proporcionan estas zonas de oscuridad perpetua, el polo sur de la Luna también alberga zonas que reciben mucha luz y pueden proporcionar energía a las misiones espaciales. Hay áreas en esta región, cerca del cráter Shackleton, que permanecen bañadas en luz solar durante más de 200 días terrestres. Esta constante iluminación, debida a la inclinación de la Luna, permitiría a los exploradores utilizar la luz para iluminar una base lunar y dar energía a su equipo. 

Así pues, la nueva misión Chandrayaan-3 de la India, y otras nuevas que podrían realizarse en los próximos años, acercan a la humanidad a descubrir más, no solo sobre la Luna, sino sobre la historia de nuestro planeta y el Sistema Solar. 

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