Muchos descubrimientos llevan el nombre de la persona que ha dado con ellos. A este concepto lo llamamos eponimia científica y ocurre así desde el siglo XVII aproximadamente, establecido con el fin de evitar disputas futuras sobre quién ha llevado a cabo cierto hallazgo científico. 

Se trata de una realidad especialmente cierta con el avistamiento de nuevos cometas, que reciben un nombre por parte de su descubridor y también una nomenclatura de características muy específicas que hace referencia a las condiciones de su descubrimiento. 

Este es el caso del recién avistado cometa Nishimura o C/2023 P1, descubierto por el japonés Hideo Nishimura a través de su cámara digital desde el estado de California, Estados Unidos. 

La NASA ya ha confirmado que este cometa avanza en dirección a la órbita solar, ganando fuerza y aumentando su brillo, y que muy probablemente será perceptible a simple vista tan pronto como a principios de este mes de septiembre.

Características del cometa nishimura

El inesperado cuerpo celeste de cola verdosa enseguida ha llamado la atención de los astrónomos, que tratan de despejar las dudas existentes sobre su origen y trayectoria. 

La NASA indica que su comportamiento es imposible de predecir con total exactitud, pero es muy probable que esta sea la única oportunidad de avistamiento del cometa ya que la aproximación al Sol podría romper su núcleo formado por rocas, polvo y gases congelados, descomponiéndolo en el espacio de la órbita solar. 

Si esto no ocurriera, su trayectoria actual indica que el cometa usaría su energía para salir del sistema solar de vuelta hacia la Nube de Oort, desapareciendo en el espacio profundo. 

De cualquier modo, todo parece indicar que a diferencia del famoso cometa Halley que visita la tierra cada 75 años y cuyo regreso es esperado y celebrado, el cometa Nishimura no volvería a visitar nuestro sistema. 

Se calcula que Nishimura alcanzará el perihelio, posición de máxima aproximación al Sol, sobre el 17 de septiembre. Esto lo situará aproximadamente a 32 millones de kilómetros de nuestra estrella, haciéndolo visible para el ser humano

Su posición respecto al Sol indica que las mayores posibilidades de avistarlo desde la Tierra serían durante las horas del amanecer y el atardecer, siempre y cuando el cielo esté despejado. Sin embargo, si para cuando alcanza este punto no brilla lo suficiente podría confundirse entre el deslumbramiento solar. 

¿Cómo se nombra un cometa?

La nomenclatura usada para nombrar a los cometas sigue un particular sistema instaurado por la Unión Astronómica Internacional (IAU) en 1994, que sirve para identificar a cada uno de ellos de forma individual. 

La letra que se encuentra al principio del nombre técnico identifica el tipo de periodicidad del cometa en cuestión, seguido por una barra y el año en que tiene lugar el hallazgo.

A continuación se ubica una letra del alfabeto anglosajón que indica la quincena del año dentro de la cual se ha hecho el descubrimiento. Así, la letra A corresponde a la primera quincena de enero, la B a la segunda quincena de enero, la C a la primera quincena de febrero, y así sucesivamente. Se excluyen las letras «I» y «Z». 

Por último, tras la correspondiente letra de la quincena encontramos un número que indica el orden de descubrimiento cometario dentro de la quincena y año en cuestión.

Así, el recién descubierto cometa Nishimura, de nombre oficial C/2023 P1, tiene esta nomenclatura porque se trata de un «cometa no periódico o con período superior a 200 años», descubierto durante la primera quincena de agosto de 2023, y se trata del primer cometa nuevo avistado en este periodo temporal. 

Para escoger el «nombre de pila» de los cuerpos celestes también existen una serie de interesantes reglas que se deberán seguir. Por ejemplo, si el cometa no lleva el nombre de su descubridor se deberá escoger un nombre que sea fácil de pronunciar, con un máximo de 16 caracteres, y en caso de tratarse del nombre de un hecho o personaje histórico, este deberá tener más de 100 años. 

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