Un inusual descenso de las temperaturas está a punto de tener lugar en España y Francia, ofreciendo un respiro temporal del ardor veraniego que ha caracterizado la temporada. Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología de España (Aemet), se espera que las temperaturas experimenten una disminución significativa, de hasta 15ºC en algunos lugares.
Este cambio tan notable llega tras haber soportado un julio asfixiante, que se ha catalogado como el mes más caluroso desde que se empezaron a recoger datos climáticos. Y todo este cambio atmosférico, al que asistiremos sobre todo este jueves y viernes, se debe a un solo factor: la borrasca Patricia.
UN DESCANSO DE TRES DÍAS
Patricia es una borrasca inusual, no solo por su aparición en el mes de agosto, algo atípico, sino también por su profundidad e intensidad. En la interacción de Patricia con el anticiclón de las Azores se generará un corredor de vientos fríos que soplarán desde el noroeste. Este fenómeno conducirá a una notable caída de las temperaturas. Estas condiciones climáticas, que recuerdan más a las de otoño o invierno, son especialmente sorprendentes y atípicas durante el pico del verano europeo.
Con la llegada de Patricia, las temperaturas experimentarán un drástico descenso en comparación con los niveles habituales de esta época del año. En ciertas regiones de España, las temperaturas máximas podrían descender hasta los 20ºC, un margen de 10 a 15 grados menos de lo que se considera normal para un mes de agosto.
A pesar de que los efectos más extremos de la borrasca Patricia se sentirán con mayor intensidad en otros lugares, España experimentará un breve pero muy agradecido receso de la intensidad del calor veraniego. Se espera que este alivio climático dure aproximadamente tres días. Sin embargo, una vez que Patricia pase, las temperaturas podrían empezar a subir nuevamente, quizás incluso a niveles más altos de lo que se registraba antes de la llegada de la borrasca.
¿QUÉ ES UNA BORRASCA?
Una borrasca es una zona de baja presión atmosférica que se caracteriza por vientos giratorios y, generalmente, mal tiempo. Este tipo de sistemas atmosféricos son responsables de la generación de gran parte de las lluvias, vientos fuertes, tormentas y otros fenómenos meteorológicos adversos que afectan a nuestro clima.
La borrasca Patricia es especial no sólo por el momento en el que ha llegado, sino también por su intensidad. La presión atmosférica en el centro de Patricia es excepcionalmente baja para una borrasca en agosto, lo que indica que es un sistema muy potente. Como resultado, está generando vientos fuertes y oleaje peligroso a lo largo de las costas del Atlántico.
La llegada de Patricia también proporciona un ejemplo de cómo el cambio climático puede estar alterando nuestros patrones climáticos habituales. Mientras que las borrascas son un fenómeno común en los meses de invierno, la aparición de una tan intensa durante el mes de agosto es inusual. Esto podría ser un indicador de que nuestros patrones climáticos están comenzando a cambiar a medida que las temperaturas globales siguen aumentando.
¿POR QUÉ SE LE HA PUESTO NOMBRE?
El proceso de nombrar borrascas u otras tormentas de gran impacto nace de la necesidad de identificar y comunicar sobre eventos meteorológicos extremos de manera más eficaz. El objetivo principal es ayudar a los servicios meteorológicos y a las autoridades a transmitir de manera clara y eficiente la información sobre estos fenómenos, para que el público pueda tomar las medidas necesarias y protegerse de los posibles peligros.
En Europa, la decisión de nombrar las borrascas proviene de un acuerdo conjunto entre varios servicios meteorológicos nacionales. En el caso concreto de la Península Ibérica, por ejemplo, la Aemet y el Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA) comenzaron a nombrar conjuntamente las borrascas que afectan a la península en 2017.
Una borrasca recibe un nombre cuando se pronostica que alcanzará un cierto nivel de intensidad que pueda resultar en impactos significativos. En el caso de la Aemet, por ejemplo, se nombra una borrasca cuando se espera que cause un nivel naranja o rojo de alerta por vientos, precipitaciones o fenómenos costeros.
En este caso, Patricia es la primera borrasca en ser nombrada en agosto; y la temporada 2022-2023 es ya la de mayor número de nombramientos, con 16.
