El verano parece, comparado con otras estaciones, una época más difícil para sacar buenas fotografías, quizá por el calor o por el paisaje seco de algunas regiones. Sin embargo, se le puede sacar el máximo partido con unas cuantas ideas para no dejar la cámara aparcada en estas fechas. 

Es posible que los fotógrafos profesionales dejen la cámara en casa para darse un respiro, pero las vacaciones también presentan una buena oportunidad para disfrutar de la fotografía con más calma. Una buena opción, si el fotógrafo está todo el año haciendo reportajes de manera profesional, es llevarse a su destino una cámara pequeña, compacta, que se pueda guardar en el bolsillo, ya sea digital o de carrete. Se obtendrá como resultado una fotografía espontánea y fresca.

Por ejemplo, al utilizar una cámara analógica provocará que cada imagen sea meditada, en vez de capturar un millón de fotografías que luego haya que procesar. De esta manera solo se tendrá que enviar el carrete a revelar al final del verano y la experiencia cambiará por completo. Es una manera de volver a disfrutar de la fotografía como antes. Y para los más jóvenes, quizás es una buena idea aprender antiguas técnicas de fotografía u otras maneras de disparar. 

Los cielos estrellados son los protagonistas en las noches de verano. Un trípode y una cámara -en la que se puedan poner los parámetros en modo manual- serán suficiente para obtener buenos resultados. Simplemente, se deberá seleccionar un diafragma lo más abierto posible, f/2,8, f/4, y activar la opción BULB de la cámara a ISO 1600-3200. Con esto, solo quedará esperar a que las estrellas se fijen en el sensor. 

Las playas, sin duda, son un objetivo ganador en los reportajes veraniegos. Tanto si son al amanecer como al anochecer, los resultados que se obtendrán podrían ser espectaculares. Aquí también será necesario un trípode, para no trepidar las fotografías. Un diafragma f/11 aproximadamente con un ISO 100 y una velocidad de obturación resultante al elegir el modo prioridad de apertura.

La luz en una playa al atardecer no es solo atractiva para la fotografía de paisaje, también para tomar retratos espectaculares de personas en esa hora mágica, tanto a contraluz como a favor de luz. Si se posee un objetivo fijo luminoso, tipo 85 mm o 50 mm f/2,8 es el momento de usarlo abriendo al máximo el diafragma. Si entre el equipo se dispone de un teleobjetivo, la fotografía de deportes es un filón a desarrollar: fotografía de surf, kitesurf y demás deportes de agua se podrán realizar desde la orilla de la playa con un 400 mm en adelante. 

Hay que tener un cuidado especial con las altas temperaturas, tanto físicamente como con el equipo fotográfico. No dejar el equipo a pleno sol y, si se aprecia que la cámara se calienta por la temperatura ambiente, parar cada cierto tiempo.

Preparar bien la mochila si nos vamos por un tiempo es crucial. Ser minimalista y llevar únicamente lo necesario es de vital importancia si en el destino el fotógrafo va a tener que desplazarse a pie, ya que, si no, cargar el equipo va a ser un problema. Si para llegar al destino hay que coger un avión, lo más recomendable es llevar todo el material fotográfico en cabina y no facturar lo que sea más delicado. Eso sí, el trípode se puede facturar sin problema. 

Por otro lado, en España el verano también se caracteriza por las típicas fiestas populares. Romerías, reuniones, filandones, y un largo etcétera de tradiciones será la oportunidad para ampliar nuestro archivo fotográfico. Disfrutar de la disciplina fotográfica con tomas sociales y populares es un buen inicio para el fotógrafo amateur y también para el más experimentado. Retratar los pueblos y su diversidad paisajística, plasmar los colores y la tradición: todo ello tiene un valor añadido dentro de un reportaje de verano y como complemento a otro tipo de fotografías.

Sin duda el verano es una oportunidad para ampliar la técnica y el conocimiento de fotografía y disfrutar al máximo de la experiencia. 

TRUCOS 

Dejarse llevar por la pasión por la fotografía Llevar un trípode pequeño y ligero Facturar el trípode si vuelas en aviónAprovechar los amaneceres y atardeceres: tienen la mejor luz Volver a utilizar la cámara analógica o una cámara pequeña y compacta

Facebook Comments