Culícidos. Quizá nos los reconozcas por su nombre científico pero, estos pequeños artrópodos chupasangre son los responsables de convertir una agradable noche de verano en un auténtico calvario para un gran número de personas. Seguramente ya hayas caído en la cuenta de que nos referimos a los mosquitos, de los cuales existen más de 3.500 especies en todo el mundo. 

Sin embargo, más allá de un molesto contratiempo, los mosquitos son también los vectores de algunas de las enfermedades más temibles del planeta, como la malaria, el dengue, el zika o la fiebre amarilla, y son los responsables de más de un millón de muertes cada año. Esto ha llevado a los científicos a tratar de averiguar que atrae verdaderamente a los mosquitos, y por qué, mientras que algunas personas son la diana predilecta de estos diminutos dípteros, otras parecen estar dotadas de un escudo impenetrable a sus furtivas probóscides. 

En este sentido, uno de los primeros estudios publicados al respecto data del año 1968. En él los científicos llevaron a cabo varios experimentos tras los cuales concluyeron que los mosquitos se sentían fuertemente atraídos por el ácido láctico.

Esta investigación serviría de base para otra publicada algunos años más tarde, en 1974, en que se estableció que los mosquitos de las especies Anopheles gambiae, transmisor de la malaria; Aedes aegypti, transmisor del dengue o la fiebre amarilla; y Aedes albopictus, o mosquito tigre, transmisor del virus del Nilo occidental, también sienten una especial predilección por aquellas personas con un grupo sanguíneo O.

Las personas con un grupo sanguíneo O tienen un 85% más de probabilidad de ser picadas por los mosquitos

De hecho, aquellas personas con un grupo sanguíneo O tienen un 85% más de probabilidad de ser picadas por los mosquitos, lo cual atiende a que, por un lado, los mosquitos son capaces de discriminar el tipo de sangre de sus víctimas gracias al ácido láctico que emana de su piel, y por otro, que la sangre de tipo A y B resulta mucho menos nutritiva para los mosquitos que la de tipo O. 

¿Cómo detectan los mosquitos a sus víctimas?

Sin embargo, la química de los mosquitos es mucho más compleja, ya que estos insectos se valen de una gran variedad de señales para localizar a sus objetivos. Tanto es así que un mosquito puede detectar el dióxido de carbono emitido por la respiración de una persona a una distancia de hasta 60 metros.

A medida que se acercan a su presa, los mosquitos son, además, capaces de distinguir los distintos olores emitidos por las personas. De hecho algunas especies han evolucionado para distinguir a la perfección si se trata de un ser humano o de cualquier otro animal.

Un poco más cerca, a unos 15 metros, ya son capaces de distinguir a sus víctimas como siluetas oscuras al contraluz, y cuando están suficientemente cerca, se sienten atraídos por aquellas zonas del cuerpo en las que la temperatura es ligeramente mayor.

¿Qué olores atraen a los mosquitos? 

Todos los factores vistos con anterioridad pueden ponernos sobre la pista de las preferencias de estos insectos. Sin embargo, yendo un paso más allá, un equipo de investigadores de la Universidad John Hopkins ha querido recientemente averiguar con mucha más precisión que es lo que exactamente conduce a estos insectos a mostrar una clara preferencia por ciertos individuos. Para ello realizaron varios experimentos cuyos resultados se recogen recientemente en la revista Current Biology. 

En uno de ellos, el equipo de dirigido por el profesor Diego Giraldo, observó mediante cámaras de infrarrojos la preferencia de los mosquitos por diferentes fuentes de olor. Fue de este modo que, aunque el olor el olor emitido por los seres humanos es sumamente complejo, los científicos lograron identificar 15 esencias comunes a todos ellos. De entre estas esencias, además, los investigadores pudieron averiguar que la presencia de ciertos ácidos carboxílicos conocidos por su olor desagradable a mantequilla rancia resultaba especialmente atractiva para los mosquitos. 

Estos compuestos se encuentran presentes en el sudor humano. Son producidos por el sebo, la capa aceitosa que protege nuestra piel, o por algunos microorganismos que habitan en nuestra epidermis, pero no son los únicos que parecen despertar el interés de los mosquitos. De hecho, otro compuesto que atrajo a los mosquitos fue la acetoína, producida también por los microbios de la piel, lo que parece indicar que la microbiota que nos acompaña también juega un papel muy importante respecto a cuan podemos ser picados por estos indeseables insectos. 

¿Es posible despistar a los mosquitos? 

Si bien es cierto que los mosquitos se sienten atraídos por ciertos olores de nuestro cuerpo, existe la creencia común de que una adecuada higiene, o la aplicación de ciertos aceites esenciales o jabón, podría disuadirles de vernos como potenciales víctimas. Sin embargo, según otro estudio también publicado recientemente, la realidad es mucho más compleja de lo que podría parecer. 

En este, lo que los científicos querían probar era cuan efectivo podría resultar el lavado de la piel a la hora de repeler a los mosquitos. Sin embargo, tras testear una combinación de varios sujetos y jabones con limoneno – un repelente natural de los mosquitos- los investigadores encontraron que, lejos de ahuyentar a los mosquitos, en 3 de cada  4 ocasiones la mezcla entre el jabón y la piel se tradujo en una mayor atracción, lo cual demostró que una sustancia puede ser repulsiva o atractiva para los mosquitos, tanto según su concentración, como por el modo en que estas se combinan con otros químicos naturales presentes en la piel humana. 

¿Qué sustancias u olores repelen a los mosquitos? 

Dado el caso y su complejidad, cabe entonces preguntarse: ¿Cómo evitar que los mosquitos hagan de nuestro propio cuerpo su sustento? Si bien existen productos en el mercado efectivos -según las personas- para repeler a los mosquitos, una gran mayoría de investigadores parece coincidir en que aún nos encontramos muy lejos de encontrar el repelente universal. 

Sin embargo, los estudios parecen indicar que los aromas parecidos al coco pueden tener un efecto positivo a la hora de mantenerlos alejados. En virtud de lo visto, los investigadores asimismo recomiendan probar personalmente diferentes combinaciones de jabones para comprobar cual de ellos funciona mejor en combinación con la piel de cada individuo a la hora de evitar los mosquitos. También puede ayudar el empleo de prendas de color claro, ya que los colores oscuros atraen a los mosquitos, así como evitar los momentos del día en que se encuentran más activos. 

Sin embargo, hasta el momento, y mientras los científicos encuentran el modo para evitar definitivamente ser picados por estos insectos, la forma más efectiva de protección siguen siendo los repelentes con un alto contenido en N,N-dietil-meta-toluamida o DEET, el compuesto más habitual en la mayoría de repelentes de insectos. 

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