Las altas temperaturas pueden causar muertes por golpe de calor, empeoramiento de enfermedades del corazón y deshidratación. Los más vulnerables a este calor extremo son los ancianos, los niños pequeños, las personas con enfermedades crónicas, las personas que trabajan o hacen ejercicio al aire libre y las personas sin acceso a aire acondicionado.

A nivel mundial, se estima que 1,69 millones de muertes fueron atribuibles a temperaturas extremas, tanto de frío como de calor, pero las muertes por calor están aumentando y superando a las del frío. Sobre todo en algunos continentes, como Europa. Y muy particularmente en países como España e Italia.

Eso es lo que sugiere un nuevo estudio que ha analizado los decesos provocados por el calor del verano del año 2022 en Europa y que ha sido publicado en Nature Medicine.

UN 41% MÁS DE FALLECIMIENTOS

Concretamente, el estudio señala que el calor extremo que azotó Europa durante el verano de 2022, marcando el verano más cálido en este continente desde que se empezaron a registrar datos en 1880, ha sido el desencadenante de 61.672 muertes prematuras en un total de 35 países europeos

El estudio también revela que las olas de calor que sufrió Europa durante el verano de 2022 provocaron un aumento del 41% en las muertes atribuidas a las altas temperaturas en comparación con la media registrada durante los veranos del periodo comprendido entre 2015 y 2021. Esta estadística subraya la grave amenaza que supone el cambio climático y la necesidad de adoptar medidas eficaces para mitigar sus efectos, proteger a las poblaciones vulnerables y prepararnos para un futuro con temperaturas cada vez más altas.

Los investigadores se centraron en el periodo que va desde el 30 de mayo hasta el 4 de septiembre de 2022, analizando 823 regiones distintas en 35 países de Europa, hogar de 543 millones de personas. 

De las 61.672 muertes que se han atribuido al calor extremo, una proporción significativa se localiza en países mediterráneos. Italia experimentó 18.010 fallecimientos y España registró 11.324, por lo que entre ambos países suman casi la mitad del total de las muertes registradas. También el análisis de los relativos pone a Italia en primer lugar (295 decesos por millón de habitantes), Grecia (280), España (237) y Portugal (211). 

SEXO Y EDAD

El estudio también desglosó los datos por grupos de edad y sexo. Se observó una mayor mortalidad entre la población de mayor edad. También se encontró un 56% más de muertes relacionadas con el calor en mujeres que en hombres. 

El periodo más mortífero fue entre el 11 de julio y el 14 de agosto, cuando se produjeron olas de calor récord y se contabilizaron 38.881 defunciones.

Centrándonos en España, el ranking por fallecimientos lo ostenta Madrid (no en vano, es la ciudad más poblada) con 1.374. Le siguen Barcelona con 1.327 y Valencia con 679, representando las tres el 30% del total de muertes atribuidas al calor.

Sin embargo, al considerar los datos de forma relativa, la perspectiva cambia: Zamora, con 587 muertes por cada millón de habitantes, seguida de Ourense con 466 y Cáceres con 460, lideran la lista. 

MEDIDAS QUE PUEDEN ADOPTARSE

En aras de mitigar el impacto del calor en la salud humana, se pueden adoptar unas medidas esenciales, si bien es importante tener en cuenta que todas estas medidas deben ser adaptadas a las necesidades específicas de cada comunidad y deben ser inclusivas para todas las personas, independientemente de su edad, estado de salud o situación socioeconómica.

Tales medidas incluyen la implementación de alertas tempranas y planes de emergencia, la mejora del diseño urbano para reducir el calor con elementos como techos reflectantes, parques y mejor ventilación en los edificios, asegurando el acceso a aire acondicionado para las personas vulnerables mientras se mejoran la eficiencia energética y se utilizan energías renovables, fomentando la hidratación y el descanso durante las horas de mayor calor y realizando educación pública sobre los riesgos del calor extremo y las formas de protegerse.

Facebook Comments