El incendio forestal declarado en la madrugada del sábado en el municipio de Puntagorda, en la isla de La Palma (Canarias), tuvo su origen en El Fayal, adyacente a la LP-1. A partir de allí, las llamas se extendieron hacia abajo de la carretera y luego cambiaron de dirección hacia arriba.

Según confirmaron fuentes de la Guardia Civil a Canarias Radio, el fuego parece haberse originado en un lugar donde se evidencian estragos en un automóvil y lo que se sospecha es un contenedor de basura incendiado. La hipótesis principal apunta a que el fuego del contenedor pudo haber desencadenado el incendio

CALDERA DE TABURIENTE

Actualmente, la mayor preocupación radica en uno de los flancos del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. Aquí es donde se están concentrando los esfuerzos para evitar que las llamas se propaguen hacia el norte. A pesar de que las condiciones nocturnas han permitido controlar el avance del fuego, este se reavivó en la zona superior del municipio de Tijarafe, por encima de la población.

La isla de La Palma se encuentra en un estado de alerta elevado debido a un potencial cambio en los vientos a gran altura, que podría exacerbar las condiciones ya críticas que se están viviendo en la zona

Los equipos terrestres y aéreos estuvieron trabajando sin descanso en este contingente para prevenir que el fuego se reactive y amenace las residencias cercanas. Se está poniendo especial atención en la zona alta del incendio, con los medios aéreos trabajando intensamente para frenar el avance de las llamas hacia la Caldera. 

CAMBIO DE CONDICIONES

Hasta ahora, el incendio ha devastado unas 4.650 hectáreas de tierra y destruido cerca de 20 edificios. Aún está fuera de control, lo que ha llevado a la evacuación de unos 4.200 residentes. 

Un grupo de 400 personas, respaldadas por 11 medios aéreos, están haciendo todo lo posible para detener el avance de este incendio. Entre otras cosas, se busca minimizar el impacto en las zonas habitadas en el flanco derecho con el descenso nocturno (Tijarafe), cerrar el flanco izquierdo antes de la llegada del viento del noroeste y este para proteger la Caldera de Taburiente, y evitar que el fuego sobrepase el cortafuegos de El Reventón, ubicado a unos 3 kilómetros del Observatorio del Roque de los Muchachos.

Actualmente, cerca de 200 personas están alojadas, en su mayoría en el pabellón municipal de Los Llanos, donde reciben asistencia de la Cruz Roja. Sin embargo, este lunes, la combinación de humedad y temperatura está ayudando a progresar en la eliminación del incendio. Como resultado, se está permitiendo que las aproximadamente 4.000 personas que fueron evacuadas regresen gradualmente a sus hogares. Los residentes más cercanos a la costa son los primeros en retornar, y gradualmente, aquellos que viven más al interior de la isla también están volviendo.

MITIGANDO LOS EFECTOS MEDIOAMBIENTALES

Para tomar perspectiva de la magnitud del incendio, la larga columna de humo que provoca las llamas ha sido captada por satélite. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha compartido una secuencia de imágenes en las que se puede ver la nube de humo extendiéndose hacia el sur.

Se han implementado medidas de protección para la fauna de la isla de La Palma. En total, 71 animales, tanto mascotas como animales de granja, están siendo resguardados en distintas instalaciones de la isla para garantizar su seguridad frente al incendio.

El Cabildo de La Palma ha proporcionado información detallada sobre el alojamiento de estos animales. El Pabellón Severo Rodríguez, situado en Los Llanos de Aridane, alberga a 37 de estos animales. Por otro lado, el centro de Los Canales, ubicado dentro del municipio de El Paso, está acogiendo a 34 animales.

En cuanto a otras consecuencias medioambientales, los incendios forestales pueden tener un impacto significativo en los ecosistemas locales. Además de la pérdida de flora y fauna, los incendios también pueden contribuir a la erosión del suelo, ya que sin vegetación, el suelo queda expuesto a los elementos. 

Esto puede dar lugar a deslizamientos de tierra durante las lluvias. También, los incendios pueden liberar una gran cantidad de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera, contribuyendo al cambio climático. En un escenario más inmediato, el humo de los incendios puede afectar negativamente la calidad del aire, lo que puede tener consecuencias para la salud de los seres humanos y los animales.

Así, el cuidado y reubicación de los animales en estos momentos críticos no sólo es un esfuerzo para preservar la vida de estos seres, sino también una medida para mitigar el impacto medioambiental y mantener la biodiversidad de la región. La pérdida de especies animales puede desequilibrar los ecosistemas locales y tener efectos a largo plazo en la biodiversidad de la zona.

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