Nuestro cerebro procesa y almacena una gran cantidad de información a diario, incluso mientras dormimos. Es un órgano complejo que ha evolucionado a lo largo de nuestra historia, incluso creciendo en tamaño físico, hasta permitirnos entender conceptos tan complejos como la codificación, la genética o la aeronáutica. 

Existen numerosos estudios que investigan las capacidades que este órgano tiene y las que podría llegar a tener, pero los expertos coinciden en que, incluso a día de hoy, el cerebro es todavía un gran desconocido. Y una de los aspectos cognitivos más intrigantes es el funcionamiento de la memoria, el proceso que nos permite retener los conocimientos y experiencias que recibimos del entorno y recuperarlos a corto o largo plazo, voluntaria o involuntariamente. 

¿QUé es el efecto mandela?

El efecto Mandela es, explicado en pocas palabras, un falso recuerdo colectivo.

Se trata de una creencia errónea en forma de recuerdo vívido que es compartida por un grupo grande de personas a pesar de que en la realidad nunca ha ocurrido o no ha sido de la manera en que se recuerda. 

Esta discrepancia entre realidad y memoria es un fenómeno de la mente que ocurre porque los recuerdos a corto plazo son modificados por nuestro cerebro, que completa y personaliza subjetivamente la información que percibimos.

Así es como se terminan almacenado en nuestro cerebro datos que contienen algunos errores y que producirán fallos en nuestra memoria, un suceso de lo más común. Sin embargo, se produce un fenómeno curioso cuando estos fallos individuales del cerebro ocurren simultáneamente en múltiples personas con casos concretos. 

¿por qué ocurre?

Lo cierto es que no se ha podido estipular una causa concreta a este fenómeno desde el punto de vista de los mecanismos del cerebro, y cada experto ha propuesto una explicación plausible aplicada a su campo.

Desde el punto de vista de la psicología se defiende que debido a que la memoria es muy sugestionable algunos recuerdos erróneos pueden haber llegado a tu mente ya modificados, incluso pudiendo haber sido implantados externamente de forma inconsciente, teniendo en cuenta que estamos en comunicación constante con otros individuos. 

La física cuántica, en cambio, propone que se producen conexiones esporádicas entre realidades paralelas, explicando así por qué varias personas que no están relacionadas entre ellas pueden compartir un mismo recuerdo erróneo. 

5 EJEMPLOS FAMOSOS DEL EFECTO MANDELA

La mejor forma de terminar de entender una teoría es usando un ejemplo. Por suerte o por desgracia, existen infinidad de ejemplos del efecto Mandela que se comparten entre gran parte de la población. A continuación se explican algunos de ellos: 

El hombre del Monopoly no lleva monóculo, aunque la mayoría de personas lo recuerdan así en el dibujo que aparece en la caja del juego. Darth Vader nunca dijo la frase «Luke, yo soy tu padre» que ha pasado a formar parte de la cultura popular. La frase real que aparece en El imperio contraataca dice: «No, yo soy tu padre». El hombre que se plantó delante de unos tanques durante las protestas de Tiananmén (China, 1989), cuya foto ha dado la vuelta al mundo, no fue atropellado por el tanque sino que logró detenerlo. Sin embargo, muchas personas aseguran recordar perfectamente su asesinato por atropello. Al ubicar geográficamente también se puede producir el efecto Mandela: Nueva Zelanda está en la parte inferior derecha de Australia, y no en la parte superior como muchas veces se cree. El golpe de estado español del 23 de Febrero de 1981 se retransmitió por la radio. No obstante, muchas personas tienen el vívido recuerdo de haberlo visto en directo por televisión. 

EL MOTIVO DE SU FAMOSO NOMBRE

¿Qué tienen en común un activista sudafricano y este fenómeno de la memoria? La respuesta a esta pregunta es lo que da nombre al efecto Mandela. 

En 2013, cuando se anunció internacionalmente la muerte de Nelson Mandela a causa de una grave infección pulmonar, miles de personas de distintas partes del mundo revelaron estar convencidas de que Mandela había muerto durante su estadía en la cárcel en los años 80. 

Fiona Broome, una bloguera norteamericana que investiga eventos paranormales, fue la primera en comentar e indagar sobre este suceso incluso años antes de esta muerte. En 2009 acuñó el término «el efecto Mandela» a través de un conocido artículo de blog en el cual comentaba por primera vez sobre la creencia popular de la muerte del activista, cuando en realidad este seguía vivo. 

Estas observaciones despertaron mucha curiosidad y, desde entonces, Broome empezó a colaborar con científicos que proporcionaban distintas teorías y perspectivas del causante de este efecto en la memoria colectiva.

A través de estas investigaciones descubrieron que el efecto Mandela se producía con muchos otros hechos, sucesos y situaciones, convirtiéndolo de caso aislado a fenómeno reconocido. 

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