El submarino Titan, de la compañía OceanGate, se encuentra desaparecido cerca del lugar donde yace el Titanic en el Atlántico Norte desde la madrugada del domingo. 

Existen varios factores que dificultan cualquier operación de rescate o recuperación, incluyendo la lejanía del lugar, la extrema profundidad y el hecho de que la tripulación de cinco personas tenía un máximo de 96 horas de oxígeno de emergencia cuando descendieron. Su última comunicación fue aproximadamente 100 minutos después de su descenso.

Las características físicas del agua y la extrema profundidad en la zona hacen que las tecnologías que utilizamos en tierra y en el espacio, como las comunicaciones por satélite y el GPS, no funcionen. Titan se comunica con su barco de apoyo utilizando sistemas acústicos que envían señales para proporcionar su ubicación

Un texto muy limitado desde el Titan al barco es posible a través de una especie de «módem acústico» si el sumergible está en el rango adecuado, pero esta comunicación puede verse interrumpida si el Titan ya no está en una posición vertical o si se encuentra enredado en el fondo.

Frío, sin luz y bajo una presión extrema

El naufragio yace a unos 3.800 metros de profundidad, en un entorno oscuro (la luz solar en el agua del océano generalmente desaparece por completo a semejante profundidad), increíblemente frío (las temperaturas pueden rondar los 2 ºC, lo que requiere una cabina climatizada), y bajo una presión extrema (casi 400 veces la presión que las personas experimentan al nivel del mar).

¿Se puede rescatar a alguien en estas condiciones? 

En primer lugar, para llevar a cabo una operación de rescate, sería necesario un vehículo que también pueda viajar a las profundidades extremas en las que se encuentra el Titanic, y hay muy pocos vehículos de este tipo en el mundo.

Incluso si hubiera un submarino capaz de viajar a la zona, no habría forma de transferir a los pasajeros del Titan al submarino de rescate, ya que el sumergible no tiene escotilla. La estructura novedosa de fibra de carbono compuesta y titanio del sumergible fue diseñada para resistir la extrema presión de las profundidades a las que viaja, pero el diseño requiere que los pasajeros estén literalmente «sellados» en la nave desde el exterior.

Cualquier rescate de personas tendría que hacerse en la superficie. Por lo tanto, otra posibilidad es que un sumergible no tripulado, como un vehículo operado remotamente (ROV), pueda asegurar el Titan en el lecho marino y llevarlo a la superficie

El problema es que llegar a la superficie no es suficiente: dado que no hay escotilla, los pasajeros seguirían dependiendo de las 96 horas de aire que tenía el barco cuando se dirigió al lugar, hasta que un equipo de rescate pudiera desatornillar la nave y sacarlos.

Además, la búsqueda y rescate aérea está patrullando las aguas alrededor del lugar, pero están buscando un objeto del tamaño minúsculo en una extensión enorme de océano, y la detección puede verse afectada por las condiciones meteorológicas.

Así pues, dadas estas circunstancias y dificultades técnicas, un rescate eficaz resulta una empresa con mínimas posibilidades.

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