Los ataques de tiburones a humanos son hechos aislados y extremadamente raros. Tal vez por eso siempre se convierten en noticia y generan alarma social. Este animal, cuya longitud puede variar desde 17 centímetros (eso mide el tiburón más pequeño del mundo, el linterna) hasta 20 metros (en el caso del tiburón ballena), tiene una mala reputación que está lejos de ajustarse a la realidad.

La imagen del tiburón sanguinario y agresivo que aparece en el imaginario colectivo ha estado acentuada, sobre todo, por la industria cinematográfica: Tiburón (1975) o Alerta en lo profundo (1999) muestran a un animal asesino que engulle a los bañistas de las playas. Y lo cierto es que tanto su nariz puntiaguda como su mandíbula repleta de dientes son motivos legítimos para sentirse amenazado a primera vista. 

Sin embargo, las probabilidades de ser atacado por un tiburón son de 1 entre 11,5 millones, y las de morir en estos ataques son de 1 entre 264,5 millones. En el año 2022, cinco personas en todo el mundo fallecieron en encuentros con escualos. Mientras que una acción tan cotidiana como, por ejemplo, conducir un patinete eléctrico ocasionó, solo en España, 385 accidentes, 13 de los cuales terminaron en siniestro mortal.

El ataque de tiburón, una causa de muerte poco frecuente

Aunque sí es cierto que hay casos de muerte por interacción con tiburones -como el más reciente, ocurrido en el Mar Rojo, en Egipto-, los seres humanos no formamos parte de la dieta de los tiburones. Algunos se alimentan de otros peces, moluscos, crustáceos o plancton, y los más grandes cazan mamíferos marinos. De hecho, de las casi 400 especies de tiburón que existen, solo tres son responsables de la mayoría de incidentes con personas: el blanco, el tigre y el toro.

Las probabilidades de ser atacado por un tiburón son de 1 entre 11,5 millones, y las de morir en estos ataques son de 1 entre 264,5 millones.

En este sentido, hay otras situaciones que, a priori, no parecen demasiado arriesgadas pero que anualmente arrebatan más vidas humanas:

Las probabilidades de morir aplastado por una máquina expendedora, a causa de una previa manipulación irresponsable, son de 1 entre 80 millones cada año. Si bien parece algo raro, entre 2002 y 2015 murió de esta forma una media anual de 4 personas, solo en Estados Unidos.Los accidentes automovilísticos son una de las principales causas de muerte no natural en el mundo. Las probabilidades de morir al volante -de un coche o una moto- son de 1 entre 6.700, y de 1 entre 140.845 cuando nos trasladamos en bicicleta.Las caídas de la cama mataron a 737 personas en Estados Unidos desde 2004 hasta 2015. Esto significa que la probabilidad de morir así es de 1 entre 5.513 a lo largo de nuestra vida.La caída de un coco en la cabeza, aunque suena surrealista, provoca la muerte de alrededor de 150 personas al año. Lo cierto es que la fruta del cocotero puede llegar a pesar hasta 2,5kg, algo que a gran velocidad puede producir un traumatismo craneal grave.El atragantamiento o ahogamiento es la tercera causa de muerte externa no natural en España. En el año 2021, este accidente produjo la muerte de alrededor de 3.504 personas, según el Instituto Nacional de Estadística.

en la naturaleza, las apariencias engañan

Ni el tiburón blanco, ni el tigre ni el toro son las especies más letales del planeta. Y es que, a pesar de su reputación, lo más común es que los tiburones solo ataquen cuando se sienten amenazados por el ser humano. Entonces ¿cuál es la especie que causa más víctimas humanas?

Al contrario de lo que se pueda pensar por su apariencia y su presencia en nuestra vida cotidiana, esta lista está encabezada por el mosquito. La OMS estima que este insecto volador, de apenas 6 milímetros de longitud, mata anualmente a una media de 725.000 personas. La razón es que pueden transmitir multitud de enfermedades graves como el dengue, la malaria, la fiebre amarilla o el zika, entre otras. 

Pero los humanos no nos quedamos atrás. Somos los segundos en causar más muertes en nuestra propia especie. Y cuando se trata de la interacción con el resto de seres vivos, somos la mayor amenaza. De hecho, mientras que anualmente los tiburones matan a alrededor de 6 personas, el ser humano acaba con la vida de 100 millones de tiburones

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