“Yo ya he estado aquí” o “esta situación ya la he vivido antes” son frases que decimos cuando experimentamos un episodio de déjà vu, también conocido como paramnesia. Estos son breves sucesos, fugaces e imprevisibles, en los que un individuo es asaltado por la sensación de haber estado ya en el sitio que se encuentra sin quizás haberlo pisado nunca, de conocer a alguien que no ha visto en su vida, o de, simplemente, sentir algo que nunca ha experimentado.

El lance no dura más de 30 segundos y, aunque más del 60% de la población lo ha vivido en algún momento de su vida, es una experiencia que sigue despertando curiosidad y desconcierto entre la mayoría de la población. Sin embargo, estudios de los últimos 20 años en el área de la psiquiatría y psicología han conseguido esclarecer el misterio tras estos fenómenos, estableciendo un razonamiento científico a su aparición. Te lo contamos todo.

ESTUDIOS MUY RECIENTES

La investigación del por qué tras la sensación de déjà vu no es algo que se lleve sucediendo desde la Antigüedad y, de hecho, no tiene más de 40 años. Sin embargo, han sido los estudios e investigaciones de las últimas dos décadas los que han arrojado luz sobre el misterio detrás de esas experiencias.

En concreto, en este campo destacan Alan S. Brown y Anne M. Cleary. Brown es profesor de psiquiatría en y epidemiología en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, en el Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York y en el Colegio de Salud Pública de Mailman. Tiene a su espalda un gran número de publicaciones entre las que destaca su estudio A review of the déjà vu experience (Una revisión de la sensación de déjà vu), publicado en el 2003 y en el que plantea un gran estudio sobre los déjá vu. Por su parte, la psicóloga Cleary es profesora de psicología en la Universidad Estatal de Colorado y cuenta con más de 80 publicaciones relacionadas con el funcionamiento de la memoria.

¿CUÁL ES EL ORIGEN DE LOS DÉJÀ VU?

En su libro, Brown propone 4 posibles justificaciones para las sensaciones de déjà vu, alegando que, probablemente, no haya una única responsable, sino que cualquiera de ellas podría desencadenar ese tipo de experiencia. 

EL DOBLE PROCESAMIENTO

Brown afirma que el déjà vu podría desencadenarse debido a la pérdida de sincronización de dos procesos que, usualmente, ocurren de forma síncrona. Es decir, puede ser que tu cerebro esté procesando la información recibida de una nueva situación y, de forma simultánea, se encuentre recuperando cierta información complementaria. Pues bien, si estos dos procesos pierden el paralelismo, las sensaciones pueden mezclarse, fusionándose ambas vías y otorgando la sensación de déjà vu.

CAUSA NEUROLÓGICA

Otro posible razonamiento que aporta en su obra es un fallo momentáneo en algún circuito de la corteza temporal. El origen de esta justificación se encuentra en estudios con pacientes que padecen epilepsia de la corteza temporal, pues se ha comprobado que, antes de sufrir un ataque debido a los fallos en ese sector, los enfermos experimentan múltiples episodios de déjà vu. Además, leves experimentos en humanos han demostrado que la aplicación de pequeñas descargas eléctricas en la zona de la corteza temporal puede estimularla y causar esas sensaciones en los voluntarios. 

CAUSA AMNÉSICA

El psiquiatra atribuye otra causa a, simplemente, una confusión de la propia memoria debido a la similitud entre varias situaciones. Así, afirma que es posible que los déjà vu se produzcan como un recuerdo de una situación parecida a la vivida en el presente. Confirmando esto, la psicóloga Cleary realizó diversas investigaciones demostrando que la mente almacena la información de forma fragmentada y no completa, por lo que es muy sencillo que cuando haya ciertos elementos que se parecen, por ejemplo la señal de una calle o el color de una casa, la sensación de haberlo vivido con anterioridad surja.

LA DOBLE PERCEPCIÓN

Finalmente, el profesor Brown hace referencia a las distracciones del cerebro, alegando que es posible que el cerebro “desconecte” tras captar parte de una escena. Así, cuando retoma la atención, sería normal que se atribuyera una cierta familiaridad a esa escena y se le asigne un falso recuerdo, pues la información del presente se siguió registrando aún de forma inconsciente.

ALGUNOS DATOS CURIOSOS

Los estudios con numerosos voluntarios permitieron a Brown descubrir ciertas curiosidades respecto a la aparición de los déjà vu. Por ejemplo, se dio cuenta de que la experiencia tenía mayor frecuencia de aparición en individuos sometidos a altos niveles de estrés y fatiga, así como en personas que estaban viviendo episodios de ansiedad. Afirmó que esto se debía a que, en momentos así, el cerebro podría estar muy inmerso en esas problemáticas y “distraerse” de la realidad, lo cual desencadenaría cualquiera de las situaciones mencionadas.

Además, estableció que era un proceso que empezaba a verse en individuos de 8 a 9 años, pues antes el cerebro no contaba con el desarrollo necesario, y que su frecuencia aumenta de forma proporcional a la edad. La justificación tiene que ver con el envejecimiento del cerebro: los pequeños fallos en el funcionamiento de este órgano pueden ser más comunes y, además, las múltiples experiencias vividas hacen más difícil que se formen nuevos recuerdos.

Finalmente, debido a que los voluntarios de sus estudios presentaban gran cantidad de diferencias entre ellos, pudo elaborar también un sesgo según la situación económica y cultural de los mismos. Esto le permitió observar que la experiencia del déjà vu se sucedía con mayor frecuencia para personas con mayor nivel socioeconómico y educacional.

LOS MITOS ENTORNO AL DÉJÀ VU

La extrañeza y el carácter imprevisible de este fenómeno es algo que ha despertado curiosidad en la sociedad desde hace cientos de años, por lo que son múltiples los mitos y falsedades que se han ido tomando alrededor de este concepto. Los más comunes son en el ámbito de la propia medicina y alegan que los déjà vu se deben a problemas en la memoria, a convulsiones cerebrales o a fallos neuronales, lo cual, no es cierto. De hecho, no debes preocuparte, pues el carácter inofensivo de estos sucesos está demostrado.

En áreas más paranormales, se ha llegado incluso a afirmar que los déjà vu representan una capacidad de predecir el futuro, alegando que esas situaciones nuevas son realmente recordadas porque se predijo que iba a suceder. Sin embargo, en un estudio de 2008, la psicóloga Anne Cleary desmontó por completo el mito, comprobando que personas que habían sufrido la experiencia no demostraban más capacidad que otras para predecir el futuro, sin embargo, sí les producía a esas personas la firme sensación de que sí podían.

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