Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo, solo superado por Brasil. Esto es sorprendente teniendo en cuenta que Colombia es casi siete veces más pequeña que Brasil. Alberga alrededor del 10% de la biodiversidad mundial, con más de 50.000 especies de plantas y más de 1.900 especies de aves.

La selva amazónica, llena de jaguares, serpientes y plantas venenosas, es otro mundo. Tan densa que apenas la luz del día puede incidir en el terreno. Un lugar donde la lluvia es constante. De hecho, se puede esperar que llueva hasta 16 horas al día. Esto hace que sea bastante difícil ver a través de la constante cortina de agua, incluso en las raras ocasiones en que hay suficiente luz.

A esto se añade el hecho de que el bosque está lleno de una serie de ruidos constantes y a veces abrumadores. Ello dificulta que dos personas puedan hablar y entenderse entre sí, incluso si están de pie a poca distancia la una de la otra.

Fue aquí donde se estrelló la avioneta en la que viajaban 4 niños pequeños junto con su madre y otros dos adultos. El vuelo salió de Araracuara y debía aterrizar en San José del Guaviare. A mitad del trayecto, cuando sobrevolaban el Caquetá, sobre el río Apaporis, hubo un fallo en el motor. Cuando se localizó la avioneta, los cadáveres de los adultos estaban allí, pero los cuatro niños, cuatro hermanos, habían desaparecido. 

Tras 40 días en las profundidades en la selva, ahora han sido rescatados. Uno de ellos cumplió su primer año de vida en aquellas condiciones. 

Se llaman Lesly Jacobo Bonbaire (13 años), Solecni Ranoque Mucutuy (nueve años), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (cuatro años) y Cristian Neryman Ranoque Mucutuy (11 meses), y así es como sobrevivieron.

CONOCIMIENTO DEL MEDIO

Extraviarse en un ambiente como la selva colombiana es extremadamente fácil. No tenemos certeza de cuántos días les llevó a los niños alejarse del sitio del siniestro, pero es evidente que lograron hacerlo, ya que finalmente fueron localizados aproximadamente a cinco kilómetros de distancia en línea recta desde el lugar del accidente de avioneta. 

Sin embargo, los militares sospechan que la distancia real que recorrieron pudo haber sido significativamente mayor, posiblemente vagando en círculos en su intento de hallar un camino seguro. Esto es algo común cuando te pierdes en un bosque o un lugar sin referencias claras o conocidas.

En algún momento encontraron un perro y solo con esa ayuda lograron mantenerse con vida todo este tiempo. Además, los niños, especialmente los dos de mayor edad, estaban familiarizados con aquel ambiente. Habían aprendido a navegar su camino a través de él y a identificar aquellas plantas que podían consumir para nutrirse sin poner en riesgo su salud por ingestión de especies venenosas.

Fuentes militares han confirmado que los niños se alimentaban con ramas y tallos. También hay una especie que está en temporada de cosecha, conocida como juan soco, o avichure (parecido al maracuyá). Cuando los animales se alimentan de ella, golpean otra rama provocando que algunas frutas caigan al suelo. Aproximadamente a un kilómetro y medio de distancia del lugar del accidente de la avioneta, alrededor de un árbol de este tipo, se cree que los niños estuvieron buscando y recolectando estas semillas para alimentarse.

Los habitantes de las tribus indígenas poseen una habilidad innata para la orientación y son capaces de recorrer hasta 30 kilómetros en un solo día sin la necesidad de calzado especializado para terrenos difíciles. Lesly, habiendo crecido entre estas comunidades, fue educada con estas habilidades y conocimientos.

Por eso también es muy probable que los niños hayan encontrado numerosas hojas húmedas y pequeños arroyos, aunque no todos ellos son seguros para beber directamente. Existen ciertas hojas que pueden servir para purificar el agua, pero también hay otras que son venenosas. Se deben recoger de una manera específica, lavar de una forma determinada y luego, después de un tiempo, se pueden utilizar para recolectar agua. 

También podrían haber aplicado técnicas de limpieza corporal usando hojas que actúan como repelentes naturales, mitigando los ataques de mosquitos e insectos. Es muy posible que hayan encontrado un tipo de planta que se puede utilizar para limpiar sus pies con el objetivo de evitar la atención o el ataque de las serpientes.

LESLY, LA LÍDER

En todo momento, Lesly asumió el liderazgo del grupo, velando incansablemente por su bienestar y seguridad. Se las arreglaron para sobrevivir gracias a lo que la selva les proporcionaba para comer y, más tarde, a los paquetes de supervivencia que los equipos de rescate lanzaban desde el cielo en su intento de asistirlos.

Concretamente, las Fuerzas Armadas de Colombia lanzaron más de cien paquetes de supervivencia desde un helicóptero sobre el área de la jungla donde se había reportado la desaparición de los cuatro niños. Estos suministros fueron estratégicamente liberados cada 500 metros, volando a baja altura, y estaban sujetos a una cuerda de 30 metros de largo para garantizar su entrega segura. Cada paquete de supervivencia, que tiene un peso de 4,4 kilogramos, estaba equipado con dos botellas de agua, dos unidades de solución de rehidratación, alimentos y otros implementos de supervivencia como bengalas y silbatos para señalizar su ubicación.

La búsqueda de estos niños perdidos movilizó a un gran contingente de personas: más de 100 miembros de las fuerzas especiales colombianas y 70 residentes indígenas locales, quienes no descansaron en su afán de localizarlos, mientras los niños se encontraban vagando sin rumbo fijo por el inmenso y húmedo bosque que representa la selva más grande del mundo.

Durante su travesía, se toparon con un perro solitario que decidió unirse a su grupo. El animal los acompañó durante una buena parte de su viaje y su presencia les proporcionó un alivio emocional y un sentido de compañía en medio de las duras circunstancias. Sin embargo, en un día desafortunado, el perro desapareció sin dejar rastro, engullido por la vasta y densa selva. Nunca volvieron a tener noticias del perro, su fiel amigo y compañero de viaje se había perdido en el corazón de la selva.

CUÁNTO PUEDE SOBREVIVIR ALGUIEN EN LA JUNGLA

Respecto a cuánto tiempo podría sobrevivir una persona en estas condiciones, esto varía enormemente dependiendo de varios factores, incluyendo el estado de salud inicial del individuo, sus habilidades de supervivencia, la disponibilidad de recursos, las condiciones ambientales y muchos otros factores. En general, una persona puede sobrevivir tres minutos sin aire, tres horas sin refugio en condiciones extremas, tres días sin agua y tres semanas sin comida. Sin embargo, estas cifras son meramente indicativas y en la práctica pueden variar significativamente.

En el ámbito de una jungla como la colombiana, con acceso a agua potable y alimento, una persona puede sobrevivir varios días o incluso semanas. Sin embargo, la deshidratación puede poner en peligro la vida en solo tres días, y la inanición puede hacerlo en tres semanas. Además, la jungla colombiana puede presentar desafíos adicionales, como la exposición a enfermedades transmitidas por insectos, serpientes venenosas y otros animales salvajes.

Aunque los niños pueden ser sorprendentemente resistentes, también son más vulnerables a la deshidratación, el agotamiento y la enfermedad. 

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