Cuando el youtuber Lukka Ventures se coló en la majestuosa mansión del exclusivo barrio de Hale Road , situado en Altrincham, entre Liverpool y Manchester, se encontró con un panorama totalmente insospechado. La casa, adquirida en 2006 por tres millones de libras (unos 3.400.000 euros) por el jugador cuando firmó por el Liverpool , estaba repleta de marihuana . «Chicos, acabamos de entrar en un cultivo masivo de cannabis en la casa de un ex futbolista… ¡Guau, esta es la casa del ex futbolista Jermaine Pennant y mira las montañas de hierba por todas partes. Hay tantas cosas que apesta» comenta Ventures en su vídeo. Pennant no vive en la citada residencia desde que en 2009 hizo las maletas para firmar por el Real Zaragoza . A partir de entonces, la mansión estuvo alquilada por un periodo de diez años, tras los cuales quedó abandonada y olvidada hasta el descubrimiento del youtuber. Un futbolista rodeado por la polémica El exjugador, que jugó en Liverpool , Arsenal o Zaragoza , entre otros muchos equipos se retiró del fútbol en 2018 tras ser expulsado de su último club, el Billericay , por grabar vídeos eróticos junto a la que por aquel entonces era su esposa, la modelo Alice Goodwin , y publicarlos en portales pornográficos . A pesar de participar en dichas grabaciones con el rostro cubierto , fue reconocido gracias a sus tatuajes . Años antes, cuando era jugador del Real Zaragoza, protagonizó otra sonada anécdota que recordaba de una entrevista en el Periódico de Aragón : «Tenía que tomar un tren a Madrid para volar hacia Manchester y firmar el acuerdo con el Stoke City . Era 31 de agosto y estaba a punto de perder el tren. Si lo perdía se acababa todo. Así que me bajé del Porsche Cayenne a toda pastilla y dejé las llaves en la guantera del coche. Sabía que iba a volver para recuperarlo, no estoy tan mal como para abandonar un coche tan caro . Tampoco me olvidaba de él, joder. Le dije a mi traductor Fernando que fuera a la estación, cogiera el coche y pagase el ticket del aparcamiento , luego se lo ingresaría, y tuvo que pagar casi 500 euros . Le dije que no se preocupase, que el coche estaba abierto. El pobre quedó alucinado. ‘¡Un Porsche abandonado y abierto! ¿Estás loco?’, me dijo».

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