La nueva versión de la selección española puso en evidencia que, más allá de las razones o los motivos, la ausencia de las quince jugadoras disidentes mengua notablemente el potencial del combinado de Jorge Vilda . Y más si decide prescindir de Irene Paredes y Jenni Hermoso, que aunque no renunciaron a la selección se posicionaron con sus compañeras, y no puede contar con Alexia Putellas, lesionada. Aunque se empatara ante la potente Suecia, a la que nunca han ganado. «Cuando empezamos el lunes es verdad que se notó que somos muy nuevas. Ahora te das cuenta de las ganas que tenemos, de la ambición, tenemos claro lo que tenemos y lo que queremos lograr, es una buena prueba. Este partido es una buena prueba para ver desde dónde empezamos», explicaba Esther González el jueves. La flamante capitana de la selección dio en el clavo. Se avecina una nueva etapa, que podría ser más próspera con las quince disidentes remando para España . Con las azulgranas amotinadas, Vilda decidió apostar por el Real Madrid para sentar la base de su equipo B. En la convocatoria y en el equipo titular. Solo Maite Oroz se quedó fuera de un once compuesto por ocho futbolistas del equipo blanco (Misa, Ivana Andrés, Rocío Gálvez, Olga Carmona, Teresa Abelleira, Claudia Zornoza, Athenea del Castillo y Esther González). Una hegemonía solo rota por Oihane Hernández (Athletic Club), Irene Guerrero (Atlético de Madrid) y Alba Redondo (Levante). Fue un cambio de ciclo en toda regla, una declaración de intenciones, con el seleccionador tratando de extirpar todo el tejido infectado, atacando al foco de la epidemia de para atajar de raíz cualquier posibilidad de contagio y de rebelión. Es, en teoría, la base del equipo en construcción que disputará el próximo año el Mundial de Australia y Nueva Zelanda . Es cierto que no era el mejor escenario para superar la prueba del algodón al que iba a ser sometido el técnico. Un amistoso de máxima exigencia, ante Suecia, semifinalista de la pasada Eurocopa y tercer equipo del mundo en el ranking FIFA, con estrellas como Blomqvist o Fridolina Rölfo. Con gesto serio, Vilda observaba los primeros minutos del encuentro. Varios nubarrones amenazaban con tormenta de goles en el Nuevo Arcángel . Suecia avasallaba a España, que se defendía como podía, sufriendo en exceso. El balón les duraba menos que un caramelo en la puerta de un colegio, las pérdidas continuas, la presión inútil. La resistencia hispana duró menos de un cuarto de hora. Fue ese el instante en el que Rölfo filtró un balón en profundidad para Aslklam, que a su vez asistió a Blomqvist para que batiera fácilmente a Misa. La futbolista del Wolfsburgo destapó la carencias defensivas de las españolas, mientras Vilda no paraba de dar indicaciones . Asllani, sola en el punto de penalti, falló lo que era más fácil meter dentro que mandar fuera. Se mantenía con vida España , que había mandado un aviso poco antes en una ocasión de Alba Redondo. La delantera del Levante pudo marcar otro gol a la media hora, pero su remate de cabeza se marchó rozando el palo de la portería de Musovic. Se relajó Suecia y despertó España, que empezó a pisar el suelo rival. Es cierto que la ‘roja’ pudo empatar pero también que las suecas pudieron ampliar su ventaja. Noticias Relacionadas opinion Si El segundo palo Las dueñas Juanma Rodríguez estandar No Fútbol FutPro, sindicato mayoritario de las jugadoras, mediará entre la RFEF y las rebeldes M. Z. Se le escapó a Vilda una sonrisa tras la reanudación. Una doble ocasión de su equipo en el minuto 48 (Alba Redondo al palo y paradón de Musovic a disparo de Athenea) cargaba de razones al seleccionador en esta guerra en la que la mediática Megan Rapinoe se posicionó: «Es absurdo y estúpido dejar fuera a quince de tus mejores jugadoras», criticaba la capitana de Estados Unidos, rival de España este próximo martes. Gran ocasión de Rölfo pero las jugadoras que estaban sobre el campo querían zanjar la polémica y el debate con un buen resultado. Sabían que era una oportunidad de oro para asentarse en la selección, ir al Mundial y reforzar las costuras abiertas en la selección tras la renuncia de las quince disidentes. Alba Redondo (una vez más) y Esther pudieron marcar pero faltaba puntería. También jugó Maite Oroz, la madridista que se había quedado en el banquillo, y debutó la azulgrana Nuria Rábano . Al final, España obtuvo el premio con el gol de Marta Cardona en los minutos finales. Un resultado que da oxígeno a Vilda y maquilla la crisis de la selección.

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