Los estados de ánimo suelen depender del color del prisma por el que se mira. Mientras Xavi lamenta la gran cantidad de lesionados que han asolado a su equipo tras este parón de selecciones, Gerard Piqué celebra el nuevo rol al que puede verse abocado después de que el técnico no pueda contar para el partido de hoy ante el Mallorca, ni para los próximos, con Araujo, Koundé ni Bellerín. Se le abre un agujero en el lateral derecho y en el centro de la zaga. Piqué quinto central del equipo, ya es el tercero, por detrás de Eric García y Christensen, aunque puede tener un protagonismo que hace unas semanas ni podía imaginar. «Hay varias opciones para el lateral derecho. A ver cómo está Sergi Roberto, ha subido Marc Casadó del filial, podemos poner tres centrales, podemos poner a pierna cambiado un lateral zurdo…», explicó Xavi, que no quiso concretar si cambiará el sistema pero que dejó evidencias de que Piqué tendrá minutos. Y más teniendo en cuenta el cargado calendario que se avecina con, el doble enfrentamiento ante el Inter en la fase de grupos de la Champions y el clásico en el Bernabéu. Ninguno de los lesionados llegará a tiempo para este triple enfrentamiento en los que Piqué aspira a resarcirse. «Los cinco centrales que tengo son de garantía», explicó, justificando que Eric García o Christensen tengan que aguantar el arreón de partidos que se comprimen en este próximo mes y medio. Noticia Relacionada Polideportivo estandar Si El Barça pasa la tijera por sus secciones: fuera el atletismo masculino Ignacio Romo La entidad azulgrana renuncia a la licencia en la División de Honor, aunque conserva la de su equipo femenino También es consciente que deberá echar mano de Piqué, al que este pasado verano le deslizó que se buscara equipo porque no tendría los minutos a los que estaba acostumbrado. Le encomendó un rol diferente, fuera del terreno de juego, pero las circunstancias mandan y el catalán tendrá la oportunidad que llevaba reclamando, a pesar de sus muestras de desidia en el banquillo en los últimos partidos y sus quejas públicas en el vestuario, que no gustaron al entrenador.

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