Los dinosaurios dominaron la Tierra durante 150 millones de años, extendiéndose por todo el planeta y adoptando las más distintas formas y tamaños, desde gigantes colosales con cuellos enormes, hasta robustas criaturas equipadas con cuernos, placas y armaduras de todo tipo. Desde que existe la paleontología, los investigadores han logrado desentrañar cada vez más aspectos de estos increíbles animales, sin embargo, en una mezcla de falta de pruebas y pudor, las estrategias reproductivas de los dinosaurios ha permanecido durante décadas como un tabú en el que muy pocos investigadores se han atrevido a deslizarse.

¿Cómo tenían sexo los dinosaurios? La verdad es que nunca se ha tratado un asunto fácil. Si bien la casualidad ha propiciado que en ocasiones se hallasen fosilizados los restos de algunos animales durante el acto sexual, como tortugas y tiburones, en el caso de los dinosaurios la evidencia es inexistente. También la escasez en la conservación de tejidos blandos ha hecho imposible hasta el momento encontrar pruebas que proporcionaran pistas sobre la anatomía de los órganos sexuales de estas bestias terribles.

¿Machos o hembras?

De hecho, hasta hace muy poco tiempo y tras la fracasada búsqueda de diferencias sexuales en el tamaño o la ornamentación de algunos dinosaurios, era prácticamente imposible descifrar si los restos fósiles frente a los cuales se hallaban los investigadores eran pertenecientes a un macho o a una hembra. Se trata de algo que solo en los últimos años los científicos han logrado dilucidar, como no podía ser de otra manera, gracias a los huesos. Al igual que sus parientes actuales más cercanos, las aves, los dinosaurios hembras extraían el calcio de sus propios huesos para construir las cáscaras de los huevos. Esta fuente de calcio procede de un tejido en los huesos conocido como hueso medular, que se halla en las cavidades de los mismos, y que ha sido hallado en varias especies.

El kamasutra de los dinosaurios

Al igual que sucede con los árboles, gracias a los anillos de los huesos los científicos también pueden averiguar la edad de los dinosaurios. Gracias a ello, descubrieron que muchas de las hembras que estaban poniendo huevos (basándose en el evidencia anterior), comenzaron a reproducirse muy temprano, antes incluso de alcanzar su tamaño corporal de adulto. Esto podría salvar algunas de los grandes inconvenientes que los científicos encuentran a la hora de imaginarse a estas bestias de tamaños colosales y dotados de todo tipo de mecanismos de defensa copulando, como el enorme peso que debían soportar las hembras de algunas especies.

Sin embargo, no es la única teoría. Como decimos, otros dinosaurios estaban dotados de placas, pinchos y armaduras, algo que podía suponer una trampa mortal para el macho a la hora de aparearse, más cuando las hembras no mostraran su disposición y colaboración absoluta, por lo que muchos científicos ven difícil que el acto sexual pudiera consumarse de la manera más común cuando se trata de animales cuadrúpedos en el reino animal, es decir, por la espalda. Ni que decir cuando los implicados se desplazaban sobre sus dos patas traseras, como el Tyranosaurus Rex. Por ello, algunos sostienen que en el ritual de apareamiento de algunos dinosaurios la hembra se tumbaría de lado para facilitar el contacto, evitando el riesgo que suponían las estructuras protectoras y evitando aplastar a la hembra.

Otros expertos, por su parte, proponen una solución incluso más sencilla, y es que es posible que la cópula se llevara a cabo en ambientes acuáticos como lagos o pantanos, donde el factor del peso se vería aliviado.

Sea como fuere, los científicos siguen tratando de averiguarlo, y esperan, con el surgimiento de nuevas tecnologías, poder descubrir en los huesos fósiles hallados y por hallar nuevas respuestas pues, al menos que se produzca un giro radical de los acontecimientos, la respuesta está en los huesos.

Facebook Comments