Haría bien el Barcelona en repasar el Evangelio según San Lucas. En uno de sus pasajes se puede leer el ejemplo que Jesús propuso a sus discípulos: «¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: ‘Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo’, si no adviertes la viga que llevas en el tuyo?». Se queja el Barcelona de la política que practica el Atlético de Madrid , racionando los minutos de Griezmann esta temporada para burlar la opción de compra del delantero y ahorrarse los 40 millones pactados entre los clubes el año pasado, pero no duda en implementar, o eso parece, un similar comportamiento con Gerard Piqué . Una cláusula en el contrato del central le permite al club azulgrana rescindirlo el último curso si en el penúltimo (o sea, este) no juega el 35% de sus partidos. Y efectivamente, Piqué esta temporada no los está jugando. ¿Xavi le manda al banquillo por eso? ¿Es hombre de club como Simeone? El club encontró en Piqué una solución para restañar (o aplazar) parte de los problemas urgentes de tesorería que atravesaba por la pandemia. El central aceptó rebajarse el salario durante esa temporada (2020-21) a cambio de alargar su vinculación difiriendo y mejorando su sueldo. Una solución a corto plazo que gravaba la economía de la entidad, como demuestran las cantidades pactadas en los ejercicios posteriores con Piqué: de los 18 millones brutos en la temporada 2020-21 se pasaba a 27,7 en la 2021-22, 29,50 en la 2022-23 y 40,80 en la última, la 2023-24. La suma de las cantidades arroja incluso cantidades superiores en función de los bonus, ajustes y aplazamientos. Noticia Relacionada Fútbol estandar No Los bostezos millonarios de Jordi Alba y Piqué que indignan al Barcelona Sergi Font La actitud de desidia y aburrimiento de los capitanes en el banquillo ante el Elche evidencian el malestar de ambos jugadores y provocan el enfado en el club Lo que no se conocía es que Bartomeu se guardó una bala, que el futbolista disputase un determinado número de partidos en la penúltima temporada (la actual), cuyo incumplimiento determinaba la resolución del contrato, quedando libre el futbolista y el Barcelona exento de pagarle el último año de contrato. En un principio, el club exigió que jugara la mitad de los partidos en los que estuviera a disposición del entrenador, pero posteriormente se acordó que la cantidad de encuentros disputados fuera el 35 por ciento. Si Piqué sigue sumido en el ostracismo al que le ha relegado Xavi, y avisado con tiempo, el Barcelona podría rescindir en junio su contrato y no abonarle los 30 millones de euros fijos que están pactados para su última temporada, la 2023-24. De lo que no se libraría el club es de pagarle los 11 millones brutos estipulados como bonus por ‘premio fin contrato’, que se le deberían abonar independientemente de cuándo abandone la entidad. Uno de ocho Xavi ya dudó del rendimiento de Piqué a sus 35 años, más allá de sus problemas familiares (está inmerso en un complicado divorcio con Shakira) o su intensa vida empresarial. Y el club no dudó en atender a las peticiones del técnico para reforzar el centro de la defensa (se renovó a Araujo y se fichó a Christensen y Koundé). Así que Piqué solo ha disputado 135 minutos en estos ocho primeros partidos de la temporada (jugó la segunda parte ante el Viktoria Plzen y fue titular ante el Cádiz), es el vigésimo jugador del equipo en el ranking de minutos jugados. Unos datos que coinciden con el interés del Barcelona en fichar a Iñigo Martínez, central del Athletic, este próximo verano. Las muestras de desidia del central en el banquillo tampoco ayudan a que recupere cierto protagonismo.

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