Tres partidos de Liga han bastado para conocer las intenciones de Xavi, empeñado en remodelar el equipo, demostrar su independencia y su clara apuesta por la meritocracia. Buenas formas pero mano firme, algo que se le reclamaba a los últimos entrenadores del Barcelona con una plantilla instalada en el conformismo y en los privilegios. Las alineaciones de Xavi son la constatación de que juega quien más se lo merece y quien mejor se entrena, por encima de nombres que hasta el momento eran intocables. Gerard Piqué y Jordi Alba lo han podido comprobar en primera persona. El central aún no ha disputado ni un minuto en partido oficial esta temporada y el lateral suma dos suplencias consecutivas (no sucedía desde la temporada 2017-18). De hecho, este pasado fin de semana ante el Valladolid ni salió a calentar. Se da la llamativa circunstancia que ante la Real Sociedad no hubo ninguna ‘vaca sagrada’, aunque es cierto que Busquets estaba sancionado. El de Badía parece ser el único intocable o el que no tiene un sustituto claro (Pjanic tampoco ha jugado aún). «Intento ser honesto y claro. E intento poner al que está mejor. Decido yo. Gerard y Jordi van a jugar. Lideran el vestuario. Animan. Aceptan con humildad la situación. Pero la tienen que cambiar. Van a participar y jugar», justificaba el técnico tras el partido de este pasado domingo. La situación de Piqué es la más complicada de revertir. Xavi mantuvo una reunión con el catalán al terminar la pasada temporada en la que le dejó meridianamente claro que no lo tendría fácil. El preparador, molesto con la excesiva exposición pública, su ajetreada vida empresarial, sus problemas privados (se estaba separando de Shakira) y sus continuos problemas físicos, aparcó su amistad con el defensor priorizando el bien del equipo. Con Eric García y Araujo en el equipo, reforzó la posición fichando a Christensen y Koundé . Piqué es el quinto central para el egarense. «Hablé con él justo antes de irnos de vacaciones. También fui muy claro y le dije que nos reforzaríamos y que no sería fácil. Es un jugador que nos puede ayudar en otro tipo de rol. Veremos cómo va, depende de sus sensaciones y de las mías. Hay competencia para todos y yo intento elegir lo mejor para ganar los partidos», sentenció Xavi. Noticias Relacionadas estandar No Fútbol Xavi celebra la victoria mientras espera que le traigan más fichajes Sergi Font estandar No Fútbol El Barça brilla sin rival Salvador Sostres En el caso de Jordi Alba, Xavi no pudo ser tan rotundo porque es una posición que no tenía bien cubierta, aunque el club alcanzó un acuerdo con Marcos Alonso para reforzar el lateral. No obstante, la irrupción del canterano Alejandro Balde (titular en el Real Arena y ante el Valladolid) es la constatación de la valentía del técnico y de que el relevo está cerca. Las críticas de la afición, el rendimiento de esta pasada temporada y la alta ficha que percibe son motivos de peso para tratar de buscarle una salida. Hace diez días, el Barcelona se vio obligado a retirar un tuit sobre Alba en el que se le veía marcar un gol en un entrenamiento por la gran cantidad de comentarios negativos que acumuló en apenas diez minutos.

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