PESTAÑA j3-valencia-Atléticomadrid-liga22/23 Crónica 4 El Atlético se llevó un triunfo más raro que un pelo verde. El que lució Griezmann, cuyo tiro afortunado desde la frontal (se envenenó al tropezar en Soler) nada más saltar al campo agujereó un partido que se vivió mirando al VAR y cuyo equipo jugó hasta entonces de forma ventajista, dejando toda la iniciativa y el esfuerzo ofensivo al Valencia. No le dio tiempo a acumular méritos a los rojiblancos, pero la lotería le tocó cuando sacó a más gente de ataque. Casualidad. Marcos Llorente no quería, pero ahí estaba otra vez, de chico para todo en el lateral derecho, el puesto que el Atlético decidió hace tiempo desatender. Saúl tampoco quería, y contárselo al jefe le costó un año de destierro en Londres, pero ahí estaba otra vez, de chico para todo en el lateral izquierdo, el puesto por donde el Atlético está decidido a castigar ahora el corazón de sus aficionados (Reguilón llega hoy). A Samuel Lino, que sí quería, Simeone lo rebotó de primera y sin mirar de préstamo hacia Mestalla, y ahí estaba, de extremo izquierda tratando de hacer daño al equipo por el que creyó fichar. Las cosas raras de una actualidad que daba contenido al encuentro antes incluso de empezar, deformada por un amplio parte de bajas en ambos onces (Nahuel, Savic, Hugo Duro, Paulista, Beñat…) y amenazada todavía por un mercado de fichajes caprichoso e insaciable (el Valencia anunció la llegada de Cavani minutos antes de soplar el árbitro). Cuando el partido dio comienzo, las excentricidades derivaron en normalidad y lógica, la vuelta al día a día. Un Valencia con ganas de jugar y dominar, ansia de pelota, ataque y buen gusto, el sello Gattuso (contradictorio con su leyenda de jugador). Y un Atlético con poco interés en la posesión, tirado atrás, aburrido, ocupado en proteger su área y no conceder espacios y olvidadizo con sus obligaciones en la otra punta del campo, el sello de Simeone (coherente con su biografía de futbolista y de técnico). VALENCIA 0 – AT.MADRID 1 Liga 2022-23 / Jornada 3 Valencia: Mamardashvili; Thierry (Foulquier, 69′), Comert, Diakhaby, Lato (Diego López, 81); Musah, Guillamón (Nico, 69′), Soler; Castillejo (Fran Pérez, 74), Marcos André (Maxi Gómez, 74) y Samuel Lino. At.Madrid: Oblak; Llorente, GIménez, Witsel, Reinildo, Saúl (Carrasco, 46′); De Paul, Kondogbia (Griezmann, 64), Koke (Lemar, 64); Joao Félix (Correa, 82) y Morata (Cunha, 82) Goles: 0-1. M.65. Griezmann. Árbitro: Cuadra Fernández. Amarilla a Saúl, André, Gattuso, Simeone, Reinildo, Joao, Comert, Fran Pérez, Hizo mucho daño el Valencia por las bandas, especialmente su derecha, la que abordaban Thierry y Samu Castillejo, incluso Musah. Una insistencia que no se tradujo en oportunidades claras y que, sin embargo, sí obtuvo merecida recompensa en forma de gol. De golazo. O eso parecía. Porque el zapatazo lejano de Musah que perforó a Oblak (23′), consentido por Cuadra, fue censurado luego por el VAR, que avisó de una clara falta en el origen de Diakhaby a Joao. El sobresalto espabiló pasajeramente al Atlético, que contestó con dos contras venenosas. Pero cuando dio el zarpazo fue, ya de vuelta al guion dominante, con un despeje a ninguna parte de Giménez que se transformó en una asistencia a Morata, que fue derribado por las bravas por el último hombre, Thierry: roja (42′). O eso parecía. Porque el primer impulso de Cuadra (vaya día) fue corregido con acierto luego por el VAR. El peligro no era para tanto. El Valencia alcanzó el descanso con el equipo completo y el marcador ileso (de milagro, porque Mamardashvili le sacó un mano a mano a Morata, tras un regalo de Joao, en el último minuto). Noticias Relacionadas opinion Si DE cara El Atlético Frankenstein José Miguélez estandar No fútbol Lodi por Reguilón: el trueque que tiene otra vez indignada a la afición del Atlético Michael Viperino La segunda parte, pese a que Simeone insinuó un paso adelante con la entrada de Carrasco por Saúl, conservó las pautas de la primera. Con menos ímpetu el Valencia en su iniciativa, eso sí, y menos vértigo del Atlético en sus ocasionales respuestas a la contra. Lo mismo pero con más aroma a empate, a dejar las cosas como estaban. Incluso Cuadra dejó de encontrarse acciones complicadas que le obligaran a desdecirse. Sobre la hora de juego, el Cholo dio un nuevo paso adelante (Griezmann y Lemar por De Paul y Kondogbia) y este sí le produjo beneficios contables. Con mucha fortuna. En su primer robo y conducción, nada más salir, Lemar buscó a su compatriota de pelo verde, que controló y remató. El balón tropezó en Soler y desorientó a Mamardashvili. Gol. Un desenlace injusto a los puntos (pese a la avalancha final de ocasiones rojiblancas), pero que premió la ocasional acumulación de talento en el bando rojiblanco. Siempre es más fácil encontrarse el gol cuantos más buenos juegan.

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