Hace más de 113 años Amador Romerí y Lluís Maria Vidal, entonces al frente del Institut d’Estudis Catalans, comenzaron a dar importancia arqueológica a la Cinglera del Capelló. Muchos años más tarde, exactamente en 1982, el reputado arqueólogo Eudald Carbonell decidió reanudar los trabajos de excavación en el Abric Romaní, en el punto donde lo habían dejado sus predecesores. Ahora, tras más de 40 años de excavación, se ha realizado uno de los mayores descubrimientos del sitio arqueológico: un cráneo parcial de neandertal.

El hallazgo ha sido una sorpresa para los arqueólogos, pues uno de los objetivos de esta campaña era terminar con la excavación en extensión del nivel R, un nivel que corresponde a un campamento neandertal de 60.000 años, especializado en la caza de ciervos y, de este modo, empezar un nuevo nivel, el nivel S. Pero nadie esperaba que se encontraran restos de los propios neandertales. Exactamente se recuperaron una serie de restos óseos recubiertos con concreción que, tras ser limpiados y analizados, se determinó que se trataba de los huesos parietal, temporal y cigomático de un neandertal que vivió en Cataluña, al noreste de España, hace unos 60.000 años

Una vez recogidos, los restos han sido limpiados, restaurados y conservados por los especialistas del IPHES-CERCA para que puedan ser manipulados de cara a su posterior estudio exhaustivo. Aedmás, estos días se están tomando muestras geológicas de las zonas cercanas a donde se han encontrado los restos óseos para conocer mejor el ambiente en el que vivió este neandertal a partir de piezas recuperadas de industria lítica y de restos faunísticos asociados a estos restos humanos. Como explican desde el IPHES-CERCA «la determinación de las especies fósiles de vertebrados obtenidos en este nivel proporcionará a los investigadores una imagen muy precisa de las condiciones climáticas y del ecosistema en el que vivieron estas comunidades neandertales en Cataluña«.

Restos parciales del cráneo de Neandertal de 60.000 años recuperado en el yacimiento del Abric Romaní.

Un yacimiento muy especial

Durante todos estos años, se ha excavado una superficie de 300 metros cuadrados distribuidos en varias capas y niveles arqueológicos. Gracias al trabajo de los arqueólogos, en los 12 metros de profundidad excavados, se han recuperado miles de restos de animales y herramientas de piedra, así como cientos de hogares y negativos de madera en un estado de conservación excepcional. Es precisamente esta diversidad y excelente conservación de los restos distribuidos en todo el espacio del yacimiento, los que convierten al Abric Romaní en uno de los yacimientos más importantes del mundo para entender el comportamiento Neandertal.

Excavación en la zona donde ha aparecido el Neandertal de l’Abric Romaní.

Según acaba de informar el departamento de cultura de la Generalidad de Cataluña, el Abric Romaní y la cinglera del Capelló serán nombrados Bé Cultural d’Interès Nacional (Bien Cultural de Interés Nacional) una categoría de protección legal de los bienes más importantes del patrimonio cultural de Cataluña.

Facebook Comments