Los desechos plásticos son algunos de los contaminantes más abundantes en las aguas dulces. Y pese a que su descomposición puede incidir en un incremento en la toxicidad del agua que afecte negativamente al crecimiento bacteriano, un estudio publicado esta semana en la revista Nature Communications bajo el título Plastic pollution fosters more microbial growth in lakes than natural organic matter, parece haber encontrado que esta descomposición del plástico en aguas dulces también es susceptible de liberar compuestos que proporcionan energía para el crecimiento bacteriano.

Los hallazgos se basan en muestras procedentes de 29 lagos escandinavos, las cuales, la investigadora de la Universidad de Cambridge Eleanor Sheridan y sus colegas analizaron mediante espectrometría de masas de ultra alta resolución para averiguar que cantidad de polietileno de baja densidad (LDPE), el tipo de plástico más común que se encuentra en agua dulce, y de materia orgánica contenían sus aguas.

Las bacterias de los géneros Deinococcus e Hymenobacter podrían ser especialmente efectivas en futuras estrategias de eliminación del plástico en aguas contaminadas

Así, los investigadores descubrieron que los compuestos disueltos del plástico eran químicamente distintos y más fáciles de usar para las bacterias como fuente de carbono que la materia orgánica natural. Los autores señalan que las tasas de crecimiento dependían tanto de la diversidad bacteriana como de las características de la materia orgánica natural dentro del lago, pero que esta mayor accesibilidad al carbono se tradujo en un crecimiento bacteriano hasta 1,72 veces mayor.

Los autores advierten que su estudio se centra únicamente en las bacterias y no tiene en cuenta el efecto del plástico sobre otros microorganismos, como las microalgas y los hongos. Sin embargo, sugieren que algunos taxones bacterianos, como Deinococcus e Hymenobacter, que se encuentran naturalmente en ambientes lacustres, pueden ser particularmente adecuados para eliminar compuestos derivados del plástico y podrían ayudar a futuras estrategias de mitigación de la contaminación.

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