Decenas de enormes cantos rodados se precipitan por una ladera a causa de un terremoto mientras una furgoneta es sorprendida transitando la carretera hacia la que dirigen las rocas, ahora convertidas en proyectiles mortales. El seísmo, de magnitud 7,1 tuvo lugar el pasado miércoles 27 de julio en la localidad de Bauco, en la provincia filipina de La Montaña. El temblor provocó deslizamientos de tierra además de daños a numerosos edificios e iglesias, provocando que multitudes aterrorizadas abandonaran sus casas de inmediato y que cientos de personas acabaran en el hospital en busca de asistencia.

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