El conductor, que resultó gravemente herido, “no respetó el semáforo en fase roja y las señales acústicas que regulan el paso situando su vehículo en la trayectoria del convoy ferroviario”. Esto es lo que decía el atestado policial del siniestro, ocurrido en marzo de 2019 en un paso a nivel del municipio vizcaíno de Zalla, en el que se vio envuelto un trabajador de camino hacia su centro de trabajo. La Ertzaintza recogió como “causa del accidente” que el conductor hizo caso omiso al semáforo. Según aseguró en su informe, las luces rojas intermitentes eran “perfectamente visibles”.

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