moratita-U62822428763gXR-620x349@abc.jpgEn el catálogo de problemas o averías que presenta la selección española, también en la Nations League, hay uno de lo más evidente: la falta de gol. Una carencia que, más que un defecto, parece una elección. Y Luis Enrique, que lo demuestra de obra con convocatorias en las que renuncia a futbolistas nacionales con mayor capacidad realizadora, también lo desliza sin disimulo de palabra. «Hay selecciones que se centran más en hacer goles», afirmó ayer para distanciarse, y reiteró que en su modelo lo innegociable del nueve es el trabajo defensivo. Suena a paradoja, pero es un axioma. Una declaración de principios que revoloteará también esta noche (20.45, La 1) por La Rosaleda, el horno en el que España cierra su minigira y la temporada. El rival, otra vez República Checa, que hace una semana hizo pasárselo muy mal en Praga (2-2). Morata resume el discurso de su seleccionador. Hace goles, pero principalmente los falla. Y en cualquier caso no es ver portería la virtud por la que destaca, ni por la que lo reconoce Luis Enrique. Es la paliza que se pega a correr, sobre todo sin balón; ejercer más de Gatusso que de Romario. «No voy a ponerme a comparar jugadores, pero el nivel defensivo de Morata en Europa… Si hay alguno, como mucho le iguala; no le mejora ninguno. Eso significa una inteligencia a la hora de presionar y unas condiciones físicas fuera de toda duda, un nivel altísimo», elogió el técnico sin exagerar. También dijo que «con el balón está muy bien, genera superioridad y aparece en situaciones complicadas para el rival», pero insistió en lo que persigue fundamentalmente para el puesto: «Que sepan que tienen una faceta ofensiva, y una clara defensiva. Quizás en otras selecciones se centran más en hacer goles. Con nosotros si no nos hacen el trabajo defensivo, no podemos ser solventes de cara a someter los partidos». Ya lo dejó muy claro hace una semana el seleccionador, dando pìstas de por qué han desaparecido de su equipo futbolistas más dotados para el gol (Iago Aspas) y por qué otros ni siquiera han asomado (Juanmi): «Si no cumplen esas características tipo, ya no los vuelvo a llamar. Mi nueve tiene que asociarse; ofrecerse para dejar de cara y generar espacios. Algunos, en sus clubes, no muestran las cosas que pido, Pero aquí, es obligatorio. Mi nueve tiene que ser el primer defensor, correr como loco. Tener sin balón una actitud bestial». Lo del gol es secundario, anecdótico. Cualquiera vale de nueve De hecho, una posición teóricamente tan específica como el nueve, en la selección se vuelve una demarcación general al alcance de cualquiera. Lo recalcó de nuevo el preparador asturiano: «Cualquiera de los delanteros, los extremos, todos pueden jugar de nueve. Cada uno con sus características». Y es una verdad estadística que el oficio de goleador en el equipo nacional no solo no abunda, sino que no es asunto de especialistas. Más que Morata, anota Ferran Torres, aunque ahora ha entrado en depresión. Y si son agónicos, Dani Olmo. En la Liga de las Naciones los errores de cara a puerta han estado tan repartidos como los aciertos. Morata, Gavi, Iñigo Martínez y Sarabia, uno cada uno, han sido los que pusieron nombre a los goles. Sí admite Luis Enrique aspectos ofensivo que mejorar, pero sin dudar de sus prioridades a la hora de escoger a sus jugadores de área o de su propuesta de juego: «Tenemos que ser más efectivos. Generamos bastantes ocasiones de gol, pero nuestro objetivo es generar todavía más, poner un ritmo más alto y meter en más peligro al rival». Luis Enrique, de jugador, era todo esfuerzo, pero también estaba dotado con ese don a veces intangible del gol. Y sin embargo, ahora como seleccionador esa es una virtud que ni menciona ni aprecia. O no como característica aislada. Y finalmente reduce la carencia a una cuestión universal y al socorrido me tienen manía: «Se trata de mirar las cosas con perspectiva, lo que ocurre en los resultados de los demás grupos de la liga A. Pero nadie habla de eso. Lo que interesa es generar dudas sobre la selección. Si alguien pretende que ganemos todos los partidos 15-0, y arrasemos, no sabe lo que es el fútbol moderno» Kuchta celebra el 1-2 ante España en PragaEl reto de no tropezar cuatro veces en la misma piedra Vuelve a verse España frente a una jugada que le sacó los colores: robo del rival y pase largo a la espalda de la defensa para la carrera de Jan Kuchta. Fallos clamorosos y repetitivos (hasta tres veces en Praga) que costaron dos goles. ¿Tropezará la selección por cuarta vez en Málaga con el mismo lance estando tan avisada? Sería de nota. Luis Enrique cree que la lección se aprendió: «Somos un equipo de presión alta y defensa muy adelantada. Pero ambas cosas hay que hacerlas cómo y cuándo se debe. No estuvimos acertados porque no hicimos una buena primera presión y no escogimos los momentos adecuados para adelantar la línea. Pero yo creo que lo vamos a mejorar mañana».

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