Con la llegada del verano los amantes de la astronomía, y quizá también todos aquellos que estén interesados en esta apasionante ciencia, están de enhorabuena. Durante este período van a tener la oportunidad de contemplar uno de los espectáculos celestes que nos brindan las noches estivales y que en términos científicos se conoce como asterismo. Pero ¿qué es un asterismo?

En astronomía, un asterismo es un grupo de estrellas que, vistas desde la Tierra, parecen formar una figura geométrica, del mismo modo que las constelaciones pero que a diferencia de estas no son reconocidas como tales por la comunidad científica. De hecho, uno de los asterismos más famosos y que se puede observar a simple vista en el hemisferio norte durante las noches de estío es el conocido como Triángulo de Verano, cuyos vértices están formados por las tres estrellas más brillantes de sus respectivas constelaciones: Deneb (constelación del Cisne), Vega (constelación de la Lira) y Altair (constelación del Águila).

Un triángulo de distancias colosales

La denominación de Triángulo de Verano tiene su origen en la década de los años veinte del siglo pasado, cuando Oswald Thomas, un astrónomo de origen transilvano y que fue director del Urania-Sternwarte, el primer observatorio popular de Austria, así como del Zeiss Planetarium de Viena, observó este fenómeno celeste y se le ocurrió componer una figura geométrica imaginaria con esas tres estrellas a la que llamó El Gran Triángulo. Pero no sería hasta finales de la década de 1950 cuando Patrick Moore, un astrónomo aficionado y gran divulgador científico de la BBC, dio a este asterismo el nombre de Triángulo del Verano por el que hoy es conocido en todo el mundo.

Un gran divulgador científico de la BBC llamado Patrick Moore fue quien dio a este asterismo el nombre de Triángulo del Verano.

Pero ¿qué tamaño tienen las tres estrellas que conforman este triángulo y a qué distancia se hallan de la Tierra? Estos cuerpos celestes tienen una magnitud aparentemente parecida cuando los observamos brillando en el firmamento, aunque en realidad no es así. Por ejemplo, Altair está situada a 16,73 años luz de la Tierra y Vega está a 25 años luz (una distancia parecida), pero Deneb se encuentra a una distancia colosal, aunque los astrónomos no se ponen de acuerdo en la cifra exacta: entre 1.425 y 3.200 años luz de la Tierra. El tamaño de esta supergigante azul-blanca es unas 210 veces el de nuestro Sol, pero la enorme distancia que la separa de la Tierra es lo que hace que a simple vista parezca igual de grande que sus dos compañeras a pesar de que sus dimensiones reales sean mucho mayores.

Representación astronómica del Triángulo de Verano y parte del firmamento del hemisferio norte. 

El Triángulo del verano no es observable exclusivamente desde las latitudes boreales ni solamente en verano. También en el hemisferio sur es posible ver esta formación estelar, aunque en esa latitud se vea de manera inversa a como la contemplamos nosotros ya que allí es invierno. Así que no hay excusa para poder disfrutar de este gran y maravilloso espectáculo astronómico que nos ofrece el cosmos, y que afortunadamente es visible a pesar de la gran contaminación lumínica que sufren las grandes ciudades.

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