FT_8vZ3XsAIghAf-U45230085757Ckn-620x349@Luis Rubiales volvió a calificar de «ruido y falsedades» las informaciones aparecidas en el último mes sobre sus uspuestas irregularidades al frente de la Federación Española de Fútbol, y apuntó directamente a su tío, Juan Rubiales, su exjefe de gabinete, como la persona que está detrás de las filtraciones. Rubiales, que había señalado la Asamblea General de la RFEF como el lugar donde daría las explicaciones solicitadas por el Gobierno y el CSD, volvió a defender su gestió yrecibió el respaldo mayoritario de los asambleistas, que entre otras cosas, aprobaron la nueva retribución del presidente, que pasa a ser de 675.761,87 euros brutos (371.669,03 euros netos), más una ayuda a la vivienda de 3.000 euros brutos al mes (1.650 euros netos). Se elimina la parte variable ligada a patrocinios o ingresos propios de la Federación. Una de las grandes preguntas que debía resolver la Asamblea General de la Federación Española de Fútbol tenía que ver con el nivel de apoyos que cuenta Luis Rubiales después de destaparse los audios e informaciones que comprometían su integridad al frente del organismo. La respuesta la dieron las votaciones. Ningún voto en contra tuvieron las propuestas de Rubiales, ni una sola pregunta en los turnos habilitados para ello. La Asamblea refrendó las actuaciones de su presidente. Para defender su gestión, Rubiales se pertrechó detrás de dos escuderos. O tres, si se tiene en cuenta a Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, que aprovechó la primera intervención de la mañana para mostrar su apoyo explícito y reiterativo al presidente de la RFEF, con abrazo incluido. «Confío plenamente en el trabajo que estás haciendo. Siempre tendréis mi respeto, mi admiración y mi cariño». Todo, el mismo día en el que una nueva información de El Confidencial pone a Blanco en el punto de mira al asegurar que está presionando al Gobierno y al CSD para que no intervengan en la Federación al verse salpicado por las grabaciones robadas a Rubiales. A Tomás González Cueto, Comisionado de control externo, le tocó defender la actuación de la RFEF en el contrato con Arabia Saudí por la Supercopa. «La parte saudí contrató a una empresa, Kosmos. Ellos firmaron ese contrato de intermediación. Sela es la empresa que ha pagado las comisiones que pactaron libremente. La RFEF no paga esas comisiones ni las va a pagar», dijo sobre las comisiones recibidas por la empresa de Gerard Piqué y por la propia Federación. También defendió el contrato pese a las dudas de los miembros del Comité de Ética de la Federación: «Ellos dieron un informe favorable a la celebración siempre que se dieran una serie de condicionantes. No sé si los miembros de esa comisión vieron el contrato, lo que sí sé es que en el mismo están fijados todos sus condicionantes». Cueto también defendió la cuestionada ayuda a la vivienda para el presidente: «Según acuerdo de la Asamblea de 1989 se pone a disposición del presidente una vivienda cuando su domicilio habitual esté fuera de la Comunidad de Madrid. En 2020 cambia el concepto de ayuda a vivienda. Se mantiene la ayuda aprobada en 1989 y se fija la cuantía sin ningún incremento anual, pero se señala que la RFEF ya no debía poner una vivienda a disposición del presidente, sino satisfacer una cuantía determinada y ponerla a disposición del presidente. Eso es lo que se ha hecho. Si el señor Rubiales no fuera presidente de la Federación su vivienda habitual no estaría en Madrid». La última intervención comprometida correspondió a Andreu Camps, secretario general de la Federación, que intentó echar por tierra la investigación abierta por la Fiscalía Anticorrupción tras la denuncia de la comisión de hasta cinco delitos: corrupción entre particulares, corrupción en los negocios, administración desleal, prevaricación administrativa y cohecho. «No se ha destinado un solo euro público a espionajes ni seguimientos de sindicatos. Ni dinero público ni un solo euro del dinero privado de la Federación. La RFEF no tiene ada que ver con este tema y no ha pagado absolutamente nada», explicó sobre el supuesto espionaje a David Aganzo, presidente de la AFE. Sobre las supuestas grabaciones a políticos y personalidades, Camps fue el primero en señalar a Juan Rubiales, tío del presidente y su exjefe de gabinete, que según informaciones aparecidas este lunes en OK Diario estaría detrás de la campaña de desprestigio a su sobrino junto a Javier Tebas: «Si algún empleado a título personal hubieran podido realizar determinadas actuaciones ilícitas deberán ser ellos quienes respondan. Se ha abierto una investigación». Rubiales, que se ausentó de la Asamblea cuando se debatió y se votó su nueva retribución, incidió en esa posibilidad mientras se debatían las cuentas de la RFEF: «Que empleados de la Federación estén pasando información y atacando cuando estamos en el mejor momento de nuestra historia…». Al presidente le tocó defender también su polémico viaje a Nueva York pagado con fondos de la Federación: «La RFEF cubre un viaje para tres personas que trabajan en la Federación. Una soy yo y otras dos son colaboradores. La RFEF no cubre nada más. Es un viaje de trabajo con reuniones totalmente acreditadas. Nada más. Mutilan el nombre de dos colaboradores para aparentar que voy solo a ese viaje. Rindo cuentas por mi trabajo, no por nada más». «Ante la mentira y la manipulación vamos a seguir con el rigor por bandera», concluyó Rubiales la Asamblea antes de ser despedido con un aplauso por todos sus miembros.

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