Carlos Alcaraz se convirtió este domingo, en su primera final de un ATP 1000, en el elegido para romper un maleficio de 37 años. Ningún español había conseguido coronarse en Miami, y él, a sus 18 años, batió al octavo mejor jugador del planeta para lograr lo que ni el mismo Nadal ha podido conseguir.

El partido lo abría Casper Ruud con su servicio, y aunque lo hizo con algo de presión, pronto alcanzó un ritmo de crucero imposible para Alcaraz. La fortaleza del noruego no solo aparecía en sus saques, pues la defensa y el buen hacer con el revés –su golpe a priori más débil– no permitían al español encontrar fisuras en su rival. Así, el Nº8 del ranking se pondría 3-0 arriba en menos de un cuarto de hora .

El pupilo de Ferrero no se encontraba cómodo en pista. Las dejadas no estaban resultando tan efectivas como en los partidos previos, y tampoco era capaz de imponer su potencia ante un rival que le sabía responder con la misma intensidad. Alcaraz parecía muy lejos de encontrar soluciones en su primera final de un Masters 1000, pero el murciano había llegado hasta allí empezando por detrás ante Hurkacz, Kecmanovic y Tsistsipas, y sabía perfectamente hasta cuando esperar para remontar.

Con el 4-2, el noruego perdió mucha efectividad en sus primeros, y el español sabía que había llegado su momento para recuperar el break. Era el primer momento en el que Carlos tomaba las riendas del peloteo, y no tardó en igualar la contienda hiriendo de gravedad a confianza de su contrincante. Carlos ganó su saque y la igualdad se mantuvo hasta el 5-5, pero el devenir del partido ya empezaba a depender exclusivamente del tenista español, y así lo confirmó metiéndose la primera manga en el bolsillo por 7-5.

El inicio del segundo set comenzó de manera similar al primero, pero con un cambio de papeles entre los protagonistas. De nuevo inauguraba Ruud el set con su saque, aunque muy alejado de la mejor versión mostrada apenas una hora antes. Así, también en poco más de un cuarto de hora, Carlos había sellado un contundente 3-0, firmando un inaudito parcial de 9-1.

NUEVO GENIO DEL TENIS MUNDIAL.
Carlos Alcaraz conquista Miami con solo 18 años. pic.twitter.com/J6L6sdDQbs

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Ruud parecía totalmente batido, no tanto por los golpes de su rival, sino por la sensación de toparse con un muro infranqueable. Sin embargo, cuando parecía tenerlo todo perdido, logró una peleada rotura y un juego en blanco con su saque para ponerse tan solo un break por detrás. Carlos había cedido una ventaja importante, pero mantenía una distancia de seguridad que el noruego –con serias molestias en la zona izquierda de la cadera, por las que tuvo que pedir el fisio-, que ya no podría recuperar a pesar de su buen hacer en los juegos con su servicio.

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