pique-redes-U82331002503YMA-620x349@abc.«No hablamos de los árbitros». No hay club, entrenador o jugador que se resista a tan manida frase, un tópico más del fútbol por mucho que la realidad se encargue luego de desmentir a la inmensa mayoría. Siempre se ha hablado de los árbitros, y con la aparición de las redes sociales y los nuevos canales de comunicación, aún mucho más. En la escasa decena de días que ha consumido 2022 ya hay tres clubes que han utilizado sus cuentas oficiales para cuestionar la labor de los colegiados. Nada más comenzar el año, la Real Sociedad acompañó el vídeo de una carga de Laguardia sobre Isak en el duelo ante el Alavés con una frase contundente: «Penalti y expulsión». Y esta última jornada, tanto el Betis como el Valencia se han despachado a gusto contra los arbitrajes de sus respectivos partidos ante el Rayo Vallecano y el Real Madrid. «El Real Betis lleva muchos años siendo absolutamente respetuoso con el colectivo arbitral», comenzaba el mensaje del conjunto verdiblanco. De nuevo, el tópico. «Pero el arbitraje de hoy es incomprensible. La función de los árbitros es impartir justicia, no la ignominia que hemos vivido hoy en Vallecas. Un fallo es comprensible, pero la reiteración de errores en una misma dirección y vulnerando el reglamento no puede serlo», explicaba mientras enumeraba la secuencia de fallos que achacaba al gallego Muñiz Ruiz. «Lo de los robos en Madrid empieza a ser algo repetitivo», decía el Valencia, aún más belicoso y citando a la serie ‘La casa de papel’, que relata un atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.<blockquote class=»twitter-tweet» data-width=»550″><p lang=»es» dir=»ltr»>El Real Betis lleva muchos años siendo absolutamente respetuoso con el colectivo arbitral, pero el arbitraje de hoy es incomprensible. La función de los árbitros es impartir justicia, no la ignominia que hemos vivido hoy en Vallecas. (1/2) <a href=»https://t.co/UESCHFb4FC»>pic.twitter.com/UESCHFb4FC</a></p>— Real Betis Balompié (@RealBetis) <a href=»https://twitter.com/RealBetis/status/1480221962492329985?ref_src=twsrc%5Etfw»>January 9, 2022</a></blockquote> <script async src=»https://platform.twitter.com/widgets.js» charset=»utf-8″></script> Ignominia, vulneración del reglamento, robo… Palabras que parecen aludir al calentón del momento, pero ni siquiera eso está demasiado claro. «Siempre hay una estrategia detrás», advierte a ABC Chema Lamirán, director general de Digital Media Sports, una agencia dedicada a mejorar la marca personal de deportistas e instituciones, lo que en muchas ocasiones incluye gestionar o asesorar sobre sus redes sociales. «Son mensajes que se lanzan con una intención determinada, bien para meter presión a algún estamento, en este caso los árbitros, o para contentar a los aficionados. Los clubes saben muy bien cómo utilizar los diferentes canales que tienen a su disposición. En todos los casos la palabra clave es coherencia. Cada estrategia comunicativa es diferente, pero deben intentar mantener la misma línea siempre. En el caso del Valencia, un club que tiene cerrados desde hace mucho tiempo los comentarios en sus mensajes no puede lanzar un tuit tan populista como ese».<blockquote class=»twitter-tweet» data-width=»550″><p lang=»es» dir=»ltr»>Lo de los robos en Madrid empieza a ser algo repetitivo, <a href=»https://twitter.com/lacasadepapel?ref_src=twsrc%5Etfw»>@lacasadepapel</a> <a href=»https://twitter.com/hashtag/RealMadridValencia?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw»>#RealMadridValencia</a> ⚪</p>— Valencia CF (@valenciacf) <a href=»https://twitter.com/valenciacf/status/1479920539024166917?ref_src=twsrc%5Etfw»>January 8, 2022</a></blockquote> <script async src=»https://platform.twitter.com/widgets.js» charset=»utf-8″></script> En la misma línea se pronuncia Mateo Garcías, futbolista del CE Constància, de la Tercera RFEF, y especialista en márketing deportivo: «Sorprende un poco que entidades con masas sociales tan inmensas detrás utilicen las redes de una forma tan fanática. Es chocante. Ahora se busca hacer más ruido del habitual, romper esa línea formal y de buenismo que imperaba hasta ahora. No lo comparto demasiado, pero es algo medido y pensado». Doble vara En España, los castigos por cuestionar o desaprobar a través de cualquier medio, incluidas las redes sociales, la honradez e imparcialidad de cualquier miembro del colectivo arbitral están recogidos en el artículo 100 bis del Código Disciplinario de la Federación Española. Sorprende la distinta vara de medir si las declaraciones las realiza un futbolista o entrenador a si lo hace un directivo o el propio club mediante un comunicado o un mensaje. En el primer caso, en función de la gravedad, la sanción va de los 4 a los 12 partidos. En el segundo, el asunto queda en una multa con una cuantía máxima de 3005,06 euros. Prácticamente hay barra libre. «Todos los clubes siguen pidiendo prudencia a sus jugadores a la hora de expresarse, pero en cambio hay más impunidad cuando es la propia entidad quien se pronuncia porque es menos perjudicial», continúa Garcías. A día de hoy hay muchos más casos documentados de sanción a jugadores por este tipo de motivos. Y el futuro apunta a que serán aún más, pues los futbolistas cada vez disponen de más canales en los que explayarse. «Ahora ya no se depende tanto de los medios tradicionales, aunque siguen siendo muy importantes», apunta Lamirán. «Y encima tienen la opción de interactuar y participar con sus seguidores, lo que aumenta las posibilidades de cometer errores. Luego, cada caso es diferente. Piqué no tiene filtros, se vio también con el tuit del Valencia, pero es coherente en todo lo que hace y eso le da naturalidad y autenticidad». «A mis clientes les inculcó que sus redes forman parte de su marca personal», concluye Garcías. «Tienen el riesgo de que al no estar cara a cara con sus interlocutores no toman tantos cuidados. Por eso es tan necesario marcar una línea de comunicación. Eso sí, al final ellos tienen total libertad, porque nadie se representa mejor que ellos».

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