“Los cazadores de fósiles y paleontólogos pueden estar buscando durante toda su carrera sin encontrar jamás algo parecido a esto”. Así describe el paleontólogo Dean Lomax un fósil de ictiosaurio, un reptil marino del Mesozoico, que ha sido desenterrado en Rutland, en el este de Inglaterra. Su tamaño – 10 metros de largo – y estado de conservación son excepcionales y los expertos lo consideran uno de los hallazgos paleontológicos más importantes de las últimas décadas en el Reino Unido.

El descubrimiento se produjo por pura casualidad en febrero de 2021, cuando en el curso de unos trabajos de drenaje en una laguna se encontraron algunas vértebras sobresaliendo del fango. Durante los meses de agosto y septiembre, un grupo de arqueólogos de la Universidad de Manchester, dirigidos por Dean Lomax – cuyo foco de estudio son precisamente los ictiosaurios – excavó el fósil completo. Pero los trabajos están lejos de haber terminado, puesto que queda pendiente la separación y limpieza de la roca, que pueden llevar de 12 a 18 meses. Cuando se haya completado, la intención es devolverlo a Rutland para exponerlo.

Recreación en vida del Temnodontosaurus trigonodon

Sus descubridores lo califican como uno de los hallazgos más importantes de la historia en lo que a ictiosaurios se refiere. El fósil pertenece a la especie Temnodontosaurus trigonodon, de la cual se han encontrado fósiles previamente en otros lugares de Europa – especialmente en Alemania – pero hasta ahora nunca se había hallado en territorio británico; por lo que el descubrimiento incrementa el área de distribución de la especie. Además, se trata del espécimen mejor conservado que se ha encontrado y uno de los esqueletos mesozoicos más completos jamás hallados.

Es también uno de los ictiosaurios más grandes que se conocen, un depredador en la cima de la cadena alimenticia que no solo habría cazado peces, moluscos y crustáceos sino que también es probable, según los expertos, que se alimentara de otros ictiosaurios de menor tamaño. Estos reptiles marinos poblaron los océanos del planeta desde los inicios del Triásico, hace unos 250 millones de años, hasta hace unos 90 millones de años: en aquel entonces se produjo un evento anóxico que redujo los niveles de oxígeno en el agua, provocando la extinción de numerosas especies marinas.

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