La lucha frontal contra el crimen organizado y la delincuencia común se traduce en mayor tranquilidad para el pueblo de Honduras, que en los primeros dos años del Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández comenzó a ver los resultados de una estrategia de cero tolerancia a los criminales.

La sinergia interinstitucional liderada por el mandatario ha permitido que las operaciones encaminadas a recuperar la paz hayan logrado sacar a Honduras de una lista marcada por la oscuridad, el miedo y la zozobra, mediante acciones que desde hace 8 años se efectúan las 24 horas del día, los 365 días del año, en los 18 departamentos del país.

Una de las situaciones más graves fue que, durante cuatro años, San Pedro Sula ocupó el primer lugar como la ciudad más violenta del planeta en número de homicidios por cada 100.000 habitantes.

Tegucigalpa ocupaba el quinto lugar en el ranking de la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal (CCSPJP).

Sin embargo, ambas ciudades mejoraron sus niveles de seguridad, y San Pedro Sula en 2020 pasó a la posición 34 y Tegucigalpa a la 30.

“La violencia desde el 2005 ha sido la catástrofe más grande que hemos vivido en Honduras”, señaló el mandatario al hacer una revisión a los avances en materia de seguridad durante su gestión.

La estrategia de seguridad dio como resultado la captura de 1.365 personas por diferentes delitos, dentro de estos 200 por narcotráfico, según refleja la Secretaría de Defensa Nacional en su reporte de logros 2014-2022.
Asimismo, se ha logrado incautar desde 2014 hasta 2021 un total de 41.240 kilos de cocaína (41,2 toneladas), y se incautaron y aseguraron más de 1.968 bienes vinculados con actividades delictivas.

Guardianes de la soberanía

Parte importante de los logros en seguridad es producto de la implementación de los escudos terrestre, con las fuerzas de tarea; aéreo, con radares de alto alcance; y el marítimo, a través de patrullajes para contrarrestar las acciones del narcotráfico, crimen organizado transnacional y delitos conexos.

A la fecha suman 327 las áreas clandestinas de aterrizaje destruidas desde la implementación de estos escudos contra el narcotráfico y el crimen organizado.
El escudo terrestre se ejecuta a través de la Fuerza de Tarea Maya Chortí entre Honduras y Guatemala; la Fuerza de Tarea Lenca Sumpul, entre Honduras y El Salvador, y la Operación Morazán Sandino, entre Honduras y Nicaragua.

El secretario de Defensa Nacional, Fredy Díaz, destacó que distintos golpes asestados al crimen transnacional y al narcotráfico son atribuibles a los esfuerzos de cooperación entre agencias internacionales y nacionales.

Entre las acciones de cooperación militar con agencias internacionales de defensa se encuentran la Fuerza Conjunta Inter Agencial Sur (JIATFS) y la División de Asuntos Internacionales (J9) que la conforman 20 países y la integran 24 oficiales enlaces.

Inversiones en seguridad

“Invertir en seguridad es invertir en el desarrollo, la paz y la tranquilidad de los hondureños”, señaló el ministro Díaz durante la rendición de cuentas en materia de prevención, seguridad y defensa.
Entre las adquisiciones para reforzar el trabajo que realizan las fuerzas del orden y de la seguridad del país están avionetas Cessna Caravan para recorridos, supervisiones, rescate y traslado de personas en apoyo humanitario en desastres naturales.

Además, la adquisición de lanchas patrulleras Boston Whalers para monitoreo de las costas y helicópteros UH-1H para rescate de personas en desastres naturales, patrullajes aéreos, lucha contra el narcotráfico y apoyo en incendios forestales y ayuda en emergencias a los países vecinos.

Otro apoyo en la lucha contra el narcotráfico es el Buque Patrullero de Altamar General José Trinidad Cabañas adquirido para dar vigilancia y protección de las fronteras marítimas y riquezas naturales en los 220 kilómetros cuadrados de mar territorial.

La adquisición del Buque Logístico y Cabotaje (BAL-C), el cual es un puente humanitario para traslado de víveres, personas, medicamentos, material educativo a zonas de difícil y lejano acceso, ha sido de mucha ayuda para asistir a los hondureños en la zona de La Mosquitia o en Guanaja.

En esta última, se trasladó ayuda humanitaria, bioseguridad y equipo logístico para atender a las personas que perdieron sus hogares en el incendio del 23 de octubre pasado.

Tal como lo indicó el gobernante, la inversión en seguridad permitió labores de rescate para salvar la vida a cientos de hondureños que quedaron atrapados durante las tormentas tropicales Eta y Iota.

De interés:

A la par de las acciones de represión a la criminalidad, se creó la Dirección de Derechos Humanos y Equidad de Género en la Secretaría de Defensa Nacional, con la implementación y capacitación permanente del personal operativo de las Fuerzas Armadas de Honduras.

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