Vinicius Júnior ha dejado claro ya en este primer tramo de la temporada que está de dulce. El delantero brasileño no anotó este sábado en la ajustada victoria del Real Madrid ante el Rayo Vallecano (2-1) en el estadio Santiago Bernabéu, pero volvió a demostrar que, hoy por hoy, es uno de los futbolistas más desequilibrantes en la élite. Los principales focos se los llevó una vez más Karim Benzema, que por números y estado de forma parece estar un punto por encima de sus compañeros. El galo, reconvertido definitivamente en asesino del área, volvió a marcar y acumula ya una decena de dianas en lo que va de curso. Sin embargo y pese a no ver puerta ante sus vecinos del sureste de Madrid, Vinicius volvió a levantar a los espectadores del Bernabéu con su atrevimiento y electricidad. Sobre todo en una jugada al poco de volver de los vestuarios, en la que se escapó de varios rivales, burló al portero, y rozó el premio del gol. La exhibición del extremo partió de su propio campo, con un arranque lleno de potencia. Osado como de costumbre, el brasileño se lanzó contra la defensa rival. Eludió primero a un par de contrarios por velocidad, pero lo mejor llegó al penetrar en el área franjirroja. A base de toques sutiles y cambios de ritmo sentó a dos defensores antes de superar al guardameta. Sólo el auxilio casi en la línea de meta de Óscar Valentín impidió que la jugada acabase reflejándose en el videomarcador. Tanto el delantero madridista como la grada lamentaron el desenlace, pero una vez más gozaron de esta nueva versión del jugador, que de forma asombrosa ha dejado atrás sus problemas de precipitación y puntería.
