Vuelve a estar Ronald Koeman en el alambre tras perder el clásico. Salvó el puesto con las victorias ante el Valencia y el Dinamo de Kiev, pero caer ante el Real Madrid, su incapacidad para ganar a los equipos grandes y el impropio lugar que ocupa el Barcelona en la clasificación liguera le vuelven a situar en una prórroga en la que los objetivos son meterse en zona Champions y alcanzar los octavos de final de la competición europea. «Al final, todo depende de los resultados. Es algo normal, nada raro», reconoce el técnico. Inicia esta nueva vía de crédito en Vallecas ante un Rayo que no ha perdido aún en casa, con la obligación de lograr la primera victoria fuera del Camp Nou y castigado nuevamente por las bajas: recayó Pedri, Araújo y Dembélé aún no están a punto, se lesionó Frenkie de Jong y Ansu Fati no sabrá hasta hoy mismo si está en condiciones de viajar a Madrid. Es consciente del ambiente enrarecido que vive el barcelonismo. A las amenazas de destitución que recibió de Laporta se le ha unido ahora un incidente con un reducido grupo de aficionados, que le insultaron, escupieron y le zarandearon el coche. A pesar de ello, quiere aprovechar esta nueva oportunidad porque se considera capacitado para enderezar la situación. «Estoy donde tengo que estar y quiero disfrutar. Hay cosas que no te gustan. Si un día no disfruto de esto, me voy tranquilo a jugar cinco días por semana al golf, que también es muy bonito. Es una situación complicada, pero creo que hay futuro en este club», asegura. La titularidad del Kun El Kun Agüero, que el domingo anotó su primer gol oficial con la camiseta del Barcelona, tiene muchas posibilidades de estrenar titularidad, aunque el argentino no está físicamente en disposición de aguantar los 90 minutos. Sergi Roberto y Gavi se perfilan como los acompañantes de Sergio Busquets tras las numerosas bajas («Estamos muy preocupados con las lesiones») en el centro del campo.
