La falta de resultados de la selección española femenina de baloncesto, que fracasó en el Eurobasket y en los Juegos Olímpicos de Tokio de manera consecutiva, derivó en la destitución de Lucas Mondelo como entrenador del combinado nacional.

El histórico seleccionador tenía contrato en vigor y había dado los mejores resultados históricos al equipo, pero se decidió su despido de manera fulminante. Un día después, se ha publicado una entrevista a Marta Xargay en la que muestra que el trato del técnico, al menos con ella, no fue ni mucho menos bueno.

‘El País’ ha publicado una entrevista a la exinternacional, que anunció su retirada unos días antes del inicio de los Juegos, en la que relata la pesadilla que pasó bajo el mando de Mondelo, tanto en la selección como en el Dynamo Kursk donde la entrenó. Estas palabras no se publicaron antes por presiones de la Federación Española de Baloncesto, aseguran desde el citado periódico.

«Hay límites que no hay que traspasar y él a mí me llevó a un límite muy heavy (…). Nos pesaban cada semana y él siempre estaba detrás vigilando todo. Hubo varias situaciones, en concentraciones del equipo, en las que se acercó a Sonja Petrovic y a mí y nos dijo que nosotras no teníamos postre porque estábamos gordas. En ese momento, yo pesaba 67 kilos, y mido 1,82m. Me encontraba bien físicamente, pero eso me generó mucha inseguridad, dentro y fuera de la pista. Constantemente me decía que estaba fuera de peso… Esto me causó una revolución física y mental», relata Xargay.

La situación la llevó a visitar a un psicólogo que fue claro en su diagnóstico: bulimia y ortorexia, por su obsesión por cuidar la alimentación hasta límites insanos. 

«Me sentía mal por comer, aunque fuera una ensalada… no disfrutaba de la comida, me ponía a comer con ansiedad y después me iba al baño… Mi psicóloga no me dejaba pesarme y en la concentración con la selección seguía ese control. Me creaba mucha ansiedad. Cuando sabía que a la mañana siguiente nos tenían que pesar, por la noche no dormía», cuenta Xargay, que es la segunda internacional que deja el equipo en este 2021. La anterior fue Anna Cruz, que lo hizo en enero entre reproches a Mondelo y a la FEB.

El baloncesto femenino español, un polvorín

De ser un grupo ejemplar que encadenó trece medallas desde 2001, siete de ellas consecutivas entre 2013 y 2019 en grandes competiciones, el verano de 2021 ha pasado a ser el peor de los posibles. Fuera del podio en el Europeo (acabaron en 7ª posición final) y los Juegos Olímpicos (6ª), la destitución de Mondelo es el último episodio de un año muy convulso.

El episodio de Cristina Ouviña con los jugadores de la selección de Eslovenia ya enrareció el torneo en Tokio, toda vez que los resultados no acabaron de llegar. Las críticas a Mondelo pasaron a ser públicas y la afición lo pagó con algunas jugadoras, caso de Laura Gil, que falló la canasta definitiva ante Francia.

  • Laura Gil, jugadora de la selección española de baloncesto.

    SportYou | EFE

Ahora se afronta un futuro incierto. La retirada de la histórica Laia Palau, la eterna capitana, amén de un más que presumible cambio generacional hace que un equipo que otrora era favorito a todo pase a una fase de incertidumbre.

Las acusaciones de Xargay, una de las líderes de esta generación, apuntan a ser la punta del iceberg de una crisis de mucho mayor calado.

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