La UEFA ha rechazado finalmente la petición del ayuntamiento de Múnich de iluminar con los colores del arcoíris el Allianz Arena, donde Alemania y Hungría se medirán este miércoles en el último partido del grupo F. El gobierno local sugirió esta iniciativa como muestra de rechazo a la homofobia, pero la organización lo ha denegado.

«UEFA, a través de sus estatutos, es una organización política y religiosamente neutral. Dado el contexto político de esta solicitud específica, un mensaje que apunta a una decisión tomada por el parlamento nacional húngaro, la UEFA debe rechazar esta solicitud», explica UEFA según reportan medios alemanes.

La decisión ha sido considerada como una respuesta a Hungría, que recientemente aprobó una nueva ley impulsada por Viktor Orban, prohibiendo cualquier tipo de símbolo LGTBi en las instituciones educativas.

El veto de UEFA ha provocado un enorme revuelo en las redes sociales, que se han volcado protestando con el hashtag #Regenbogenfarben (colores arcoíris), que ya se ha hecho tendencia en Alemania. Muchos usuarios han aprovechado para recordarle a la organización su hipocresía a la hora de combatir la homofobia, en una lucha que defendieron en muchos momentos… pero no ahora. 

Toda esta polémica llega después de que se abriese una investigación al capitán de la Mannschaft, Manuel Neuer, por lucir un brazalete con la bandera arcoíris en el último duelo de la selección germana. Una acción que también levantó ampollas en la ultraderecha alemana, pero que finalmente la UEFA decidió archivar. 

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