La situación económica del Barcelona comienza a ser desesperada. Según ha informado RAC1, este viernes tuvo lugar la primera reunión entre los abogados de los jugadores de la primera plantilla y el filial con el club para tratar la rebaja salarial con la que solventar los acuciantes problemas financieros de la entidad azulgrana. El objetivo es conseguir un recorte de 190 millones de euros, y el plazo límite para ello es el próximo jueves, 5 de noviembre. Las impresiones ante esta primera reunión son positivas, pero si no se logra el acuerdo desde la Gestora que ha pasado a dirigir el Barça no se descarta entrar en concurso de acreedores. A este recorte del 30 % de la masa salarial Josep María Bartomeu lo llamó adecuación salarial transitoria el día antes de su dimisión. Supondría un aplazamiento en los pagos de los jugadores en una fórmula ya utilizada en las renovaciones con algunos jugadores en las últimas semanas, casos de Piqué, Ter Stegen, Lenglet y Frenkie de Jong. Según fuentes del club, la reunión fue mucho más cordial de lo esperado, y los jugadores se mostraron dispuestos a escuchar las propuestas del club. Preocupa, de forma especial, el caso de Leo Messi, que termina contrato en junio de 2021 y que, de no renovar, tendría el derecho a un millonario bonus por su final de etapa en el club azulgrana. En su presentación como responsable de la gestora del Barça hasta las elecciones, Carles Tusquets ya adelantó los problemas a los que se enfrentaba el club: «Queremos explicar exactamente cómo está la situación del club, que debido a la pandemia está afectado de una forma espectacular en sus cuentas. El Barça tiene mucha dependencia del turismo, que está totalmente parado. Y la situación económica no es confortable, y a ello nos dedicaremos, a enderezar todo lo que podamos esta situación», señaló en su primera rueda de prensa.
