Con el objetivo de ayudar al ciudadano a ser más consciente de lo que compra (y come), surge El CoCo. Una aplicación gratuita y colaborativa que ha saltado a móvil para aportar transparencia al consumidor a la hora de comprar. Para ello ofrecen a los usuarios una base de datos de alimentos, a la que ellos mismos pueden contribuir, con los productos clasificados por el sistema Nustriscore y el ránking NOVA. El primero clasifica los alimentos según su nivel nutricional, mientras que el segundo nos da el índice de procesamiento. En TodoStartups hablamos con Jean-Baptiste Boubault, fundador del proyecto.

  • ¿Cuál es el modelo de negocio de El Coco?

De momento nos autofinanciamos con la inversión inicial propia y de nuestros inversores. No queremos financiarnos con publicidad ya que no sería coherente con nuestro posicionamiento. Nuestro objetivo es maximizar el impacto positivo en la sociedad, y por eso nuestra intención es mantener el servicio gratuito. Por otro lado, más adelante pensamos poner a disposición de los usuarios otros servicios y funcionalidades avanzados que sí serán de pago, aunque la aplicación básica seguirá siendo gratuita.

  • ¿Por qué dicen que El CoCo es una aplicación colaborativa?

El CoCo es una aplicación colaborativa porque cualquiera puede proponer un producto que no haya encontrado en nuestra base de datos. De hecho, para nosotros es muy importante la colaboración de nuestra comunidad a la hora de crecer y poder ofrecer información de los productos más demandados por los usuarios.

  • Entonces, para ampliar la lista de alimentos que se incluyen en El CoCo, el usuario puede proponer productos que posteriormente se revisan ¿La revisión de El Coco es con nutricionistas y otros expertos antes de confirmar que la valoración propuesta es fehaciente?

Disponemos de un sistema tecnológico que utiliza la inteligencia artificial y el machine learning para, precisamente, automatizar la lectura de las etiquetas y los códigos de barras, y traducirla a estos índices que utilizamos: Nutriscore y Nova. Además, en nuestro equipo también contamos con una nutricionista que verifica que la información es adecuada y correcta. De momento contamos con nuestra propia financiación inicial, con la que hemos realizado el desarrollo tecnológico y la puesta en marcha de la empresa.

En El CoCo no somos quienes decidimos si un producto es sano o no lo es. Nuestro objetivo es presentar al usuario información científicamente fiable y eficiente que le ayude a tomar una decisión de compra, siempre basándonos en las recomendaciones de la OMS.

  • ¿Cuál es su relación con Nutriscore?

Nutriscore no es una entidad en sí misma, sino un sistema de clasificación nutricional creada en Oxford (Inglaterra) y completada por Francia. Actualmente es el que nos ofrece más rigurosidad, eficiencia y claridad para el consumidor. Es un semáforo que indica, en una escala de cuatro colores, la clasificación de un alimento en relación a sus nutrientes. El verde sería el más saludable (letra A) y el rojo el que menos (letra E). Así: A – Excelente calidad nutricional; B – Buena calidad nutricional; C – Calidad nutricional aceptable; D – Mala calidad nutricional; E – Muy mala calidad nutricional.

Nutriscore está avalado por la FSA ( Food Standars Agency –el departamento británico que se ocupa de la salud pública y la seguridad de los alimentos) y la OMS (Organización Mundial de la Salud), entre otros organismos internacionales. Y de hecho es el modelo que tiene en cuenta la iniciativa del Ministerio de Sanidad en relación a la estrategia de prevención de la obesidad y bienestar. La clasificación en sí se basa en un algoritmo que distribuye puntos en función de los nutrientes. Así, fibras, proteínas, frutas y verduras favorecen la clasificación, mientras que la grasa saturada, el azúcar y la sal la empeoran.

Por todo ello, hemos elegido Nutriscore. Queda demostrado que funciona y ayuda a mejorar la calidad de los alimentos comprados, como concluye un estudio realizado en Francia por Leclerc. En cualquier caso, Nutriscore no es perfecto, y debemos complementarlo teniendo en cuenta otros aspectos de un producto, como su grado de procesamiento. Algo que también incluimos en la aplicación a través del ranking Nova. Todo esto el usuario tiene que entenderlo bien, y hay desinformación, intereses, lobbies que quieren desacreditarlo…

  • Se espera que en 2019 se haga obligatorio el uso de este tipo de clasificaciones de los alimentos por parte de los fabricantes. ¿De llegarse a este escenario en el que todas las marcas de alimentación incorporen un sistema como el de Nutriscore, El Coco dejaría de ser necesario?

Este proyecto de regulación del sistema de etiquetado no es reciente. Llevamos ya varios años con debates en Europa sobre la necesidad de esclarecer lo que contienen de verdad los productos que consumimos. Pero se ha ido retrasando porque, evidentemente, a la industria no le conviene en muchos casos que aparezcan señales de que sus productos son nocivos o no tan saludables.

De hecho, hay algunas compañías y sectores que han creado sus propios semáforos, aunque con unas pautas de medición algo controvertidas. Nutriscore es, a día de hoy, la manera de homogeneizar esos análisis y dar misma información sea cual sea el producto. De todas formas, es una decisión que aún no está tomada de manera definitiva. Una vez que Bruselas se pronuncie los países tendrán que acatarla.

En cuanto a El CoCo, no dejaría de existir. Nos hemos centrado en la alimentación, pero nuestro objetivo es pasar a actuar en temas medioambientales, productos del hogar, elementos en productos electrónicos, la ropa, impuestos de empresas… Conocer para hacer de la compra un acto responsable, ya que supone un voto a los agentes productores en el círculo de compra. Ya estamos empezando a diversificar en otras áreas como la cosmética.

¿Ha recibido El Coco algún tipo de presión por parte de marcas o superficies de venta de alimentos?

Jean-Baptiste Boubault, fundador de la app El CoCo.

De momento no hemos recibido ninguna llamada de este tipo, y de hacerlo no admitiríamos ningún tipo de presión. Sí hemos recibido comentarios de marcas que quieren informarse de lo que hacemos o que nos han pedido añadir o completar información sobre sus productos.

Nuestro objetivo es ayudar a que todos nos alimentemos de forma más sana, y eso muchas veces puede ser incompatible con los objetivos de negocio de la industria. Precisamente es lo que queremos destapar. Estamos hartos de trabajar para empresas que solo persiguen objetivos de rentabilidad sin mirar su responsabilidad social. Hay que ser ambiciosos. Hay que plantearse ganar dinero, pero con un impacto positivo en la sociedad. Desde aquí hacemos un llamamiento a la transparencia en el sector alimentario.

  • Si se implanta y consolida el sistema Nutriscore, ¿cree que supondrá el rechazo de los consumidores hacia (al menos) los productos E-rojo y, por ende, su desaparición del mercado? 

Nutriscore es una herramienta de educación y sensibilización. Y éste es el objetivo también de El CoCo: que los consumidores sean cada vez más conscientes de que no nos podemos fiar a ojos cerrados de las alegaciones de marketing presentes en los productos (eslóganes, nombres llamativos…).

Estamos viendo que el consumidor de hoy día es cada vez más consciente de lo que compra y lo que come, y mucho más exigente con las marcas. Dándoles esta herramienta de transparencia, las marcas que hacen productos de mala calidad ya no se podrán esconder. Además del ‘poder de la vergüenza’ que sufrirán esos productos. Ya hemos visto algo parecido con el aceite de palma, que cada día sufre un rechazo cada vez mayor.

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