Bruno Espinar, Enrique Bernardo, Miguel Aparcedo, Raquel Escribano y Juan Galiardo, este miércoles en Madrid. |FOTOS: Alberto Orellana

Que las nuevas tecnologías han permitido crear sistemas de transporte alternativo al tradicional, especialmente para las grandes urbes, no es nada nuevo. Los coches, las motos, las bicis y los patinetes ya son parte de la fauna automovilística. Aún faltan algunos años para que llegue el hyperloop. Mientras eso llega, el próximo avance será resolver la regulación y la agrupación de los diversos servicios de movilidad. Así podremos acercar al usuario a una movilidad más eficiente, sencilla y sostenible. Es el mobility as a service.

Es el futuro que se ha planteado este miércoles en Madrid durante la presentación de la segunda convocatoria de startups de TrenLab. La aceleradora de innovación abierta de Renfe, en colaboración con Wayra, ha presentado a las cuatro soluciones ganadoras de su primera edición. Además, anunciado su proyecto de Renfe as a Service para finales de 2020. Una plataforma que servirá como proveedor de servicios de movilidad desde la planificación hasta el ‘ticketing’ y la atención al cliente de los trenes españoles.

El modelo del mobility as a service precisa de un desarrollo tecnológico “muy rápido”, sí, pero también de “mucha integración y colaboración”, entre distintos actores. Sobre todo administraciones públicas y privadas, como ha planteado Bruno Espinar, responsable de innovación en Renfe. Pero eso “va más de alianzas estratégicas y cooperación que de tecnología”, ha reflexionado. Sólo a través de esos acuerdos público-privados se podrá dar respuesta los retos de la regulación y las demandas de los ciudadanos sobre la movilidad.

Jaiver Creus, fundador de Ideas for Change, durante su exposición sobre movilidad y disrupción digital.

Se cree erróneamente que las soluciones privadas llegan rápido y que luego la administración debe “regularlo a la misma velocidad”, ha ilustrado Juan Galiardo. El director de Uber en España ha planteado la necesidad de llegar a esos acuerdos “previos” entre administraciones y entes privadas para dar una solución más eficaz al usuario. Según ha comentado Galiardo, hoy en día es más importante “cómo impactará la movilidad” en la ciudad en la que vives, que el sistema de movilidad en sí mismo.

Un buen ejemplo de ecosistema de transporte preparado para este próximo paso es el de Madrid. Para Enrique Bernardo la digitalización ha permitido crear soluciones donde antes sólo estaba el sector público. El Director de Tecnología del consocio público EMT Madrid sabe que las alternativas “no son un rival” (que sí el coche privado), sino una “oportunidad”. Seguirán moviendo al grueso de la población madrileña, pero los demás sistemas permitirán combinar al usuario.

Para los nuevos sistemas de desplazamiento la variedad también es un acierto, según ha planteado Raquel Escribano, responsable de marketing de Zity. Entre todas las nuevas formas de carsharing se va adelantando conjuntamente la labor de “educación” de la sociedad sobre su uso. La clave hoy en día es lograr ser “tan rápido como demanda a veces el usuario”, ha dicho Escribano, que aboga por apoyarse en las demás alternativas. Con ellas se podrá implementar nuevas mejoras para ofrecer un sistema de transporte variado y sobre todo “más eficiente y sostenible”, ha sumado Miguel Aparcedo, de Ecooltra.

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