“Tenemos llamadas controladas en todos los establecimientos del país, un completo monitoreo de las mismas , de los numero registrados por parte de las personas privadas de libertad, adonde están llamando y en qué momento realizan las llamadas, afirmó German McNiel, sub director del Instituto Nacional Penitenciario (INP).

En relación a si desde los centros penitenciarios se siguen ordenando crimenes indico, que actualmente el INP está tomando todas las medidas necesarias para erradicar “las malas prácticas que se venían dando en años anteriores en donde desde los centros penitenciarios se ordenaba la comisión de algún delito”.

Mencionó que una de las maneras de combatir el accionar delictivo desde el interior de los establecimientos, es monitoreando las llamadas “donde se puede precisar si esto pudiese ser cierto (enviar ordenes), tenemos que resaltar que el INP se encuentra ejecutando todas las acciones correspondientes para contrarrestar este tipo de situaciones y tomar las medidas necesarias.

“Sería irresponsable de mi parte poder determinar que desde los centro penales se ordena algún delito, ya que tenemos llamadas controladas en todos los establecimientos del país, un completo monitoreo de las mismas , los números registrados por parte de las personas privadas de libertad, adonde están llamando y en qué momento se realizan las llamadas”, recalcó McNiel.

Sin control

Sin embargo, recordó que las personas privadas de libertad mantienen comunicación con sus parientes y sus apoderados legales que semanalmente los visitan, en este tema se tendría que realizar algún tipo de investigación, ya que ellos pueden hablar de manera abierta y que no se puede monitorear.

Antecedente

Hace un año se autorizó la visita para los privados de libertad que se encuentran en las cárceles de máxima seguridad “El Pozo I y II”, en Ilama, Santa Bárbara y Moroceli, El Paraíso, en su mayoría cabecillas de maras y pandillas quienes pretendieron enviar ordenes desde los centros penitenciarios.

Al salir de los establecimientos, los agentes penitenciarios hacen una nueva inspección a los visitantes, decomisando a varios de los familiares trozos de papel en los que ellos ordenaban extorsiones, masacres, secuestros, violaciones, entre otra serie de delitos en perjuicio de la población hondureña.

Asimismo, al momento de ingresar a los familiares se les ha decomisado papeles con mensajes escritos, drogas y otros objetos que pueden ser utilizados como un arma al interior del recinto penitenciario, en estos casos las autoridades han procedido a cancelarles el carné de visita.

 

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