Bangkok, 12 sep (EFE).- El Gobierno de Filipinas subrayó este jueves que mantendrá su reivindicación soberanista sobre el atolón Sabina, también reclamado por Pekín y uno de los últimos focos de tensión entre ambos países en el disputado mar de China Meridional.
La subsecretaria de Asuntos Exteriores de Filipinas, Theresa Lazaro, reiteró la posición de Manila sobre este atolón, ubicado a unos 140 kilómetros de la isla filipinas de Palawan, durante una reunión mantenida el miércoles en Pekín con el viceministro de Relaciones Exteriores chino, Chen Xiaodong.
En un comunicado, el Ministerio de Exteriores filipino apunta que la reunión discurrió de manera «franca y sincera» e incluyó la situación de Sabina (conocida por Manila como Escola y por China como Xianbin Jiao).
«Lazaro reafirmó la posición consistente de Filipinas (sobre Sabina) y exploró formas de reducir la tensión en la zona. Ambas partes acordaron continuar las conversaciones sobre áreas de cooperación», apunta el texto publicado hoy.
Por su parte, Chen también reafirmó la «soberanía» china sobre el atolón en disputa e «instó a Filipinas a retirar de inmediato los barcos» en la zona, según el comunicado emitido por Pekín.
En agosto, los guardacostas filipinos acusaron a sus pares chinos de embestir contra una de sus embarcaciones que navegaba alrededor de Sabina causando daños y desperfectos en el casco del barco filipino. Mientras que China culpó del choque a los filipinos.
El Sabina se encuentra cerca de otro punto candente, el atolón Second Thomas, reclamado por ambas naciones, donde Manila encalló de manera deliberada en 1999 el barco Sierra Madre para reforzar sus reivindicación soberanista.
A finales de junio, en una reunión similar a la celebrada ayer, ambas naciones alcanzaron un «acuerdo provisional» para «desescalar» las tensiones en torno a Second Thomas y permitir operaciones de «reabastecimiento humanitario de suministros de vida» destinado al contingente filipino ubicado en el Sierra Madre.
El Second Thomas se asienta a pocos kilómetros frente al arrecife Mischief, controlado por China y donde el gigante asiático ha construido importantes infraestructuras como un puerto o una pista de aterrizaje.
Con la llegada al poder de Ferdinand Marcos Jr en junio de 2022, Filipinas ha aumentado su presión diplomática para reclamar su soberanía marítima y en denunciar públicamente los encontronazos con buques y aviones chinos en aguas disputadas.
Ambos países mantienen disputas soberanistas en el mar de China Meridional, por el que circula alrededor del 30 % del comercio global y que alberga el 12 % de los caladeros mundiales, además de tener potenciales yacimientos de petróleo y gas.
China reclama la práctica totalidad de este mar al argumentar derechos históricos, una reivindicación que también choca con las posiciones de otros países como Vietnam, Malasia y Brunéi, además de la isla autogobernada de Taiwán.